Un incendio aparentemente intencionado arrasó ayer de madrugada el almacén del Lolita Beach Club, el bar del fortín de Sant Carles precintado en agosto pasado por Cort. El fuego causó importantes daños en el recinto, de unos 80 metros cuadrados y en el que se guardaban sillas, mesas y parasoles. Los bomberos trabajaron durante una hora y media para sofocar las llamas y la Policía Nacional inspeccionó el lugar ayer mismo en busca de pruebas sobre quién y cómo pegó fuego al establecimiento.

"En las últimas semanas han entrado varias veces a robar. Esta noche han vuelto y lo han quemado. No sé quién ha podido ser", explicó el propietario del local, Antonio Bottino. El dueño del negocio acudió al lugar poco después de declararse el incendio y durante la mañana presenció el trabajo de la Policía Científica.

El incendio fue descubierto a las cuatro y media de la madrugada, cuando un ciudadano alertó de que la terraza estaba ardiendo. Al lugar, en la carretera que conduce al dique del Oeste, acudieron dos dotaciones de los Bombers de Palma, patrullas de la Policía Nacional y una ambulancia del Ib-Salut. Los equipos de extinción comprobaron que las llamas afectaban a un almacén de un metro y medio de altura y unos 80 de superficie, situado justo debajo del entarimado de madera que forma la terraza del local. El fuego estaba ya muy extendido por todo el recinto y los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para contenerlo. Tras una hora y media de trabajos, lograron extinguirlo por completo. Las llamas arrasaron la estancia y el mobiliario que había allí guardado, pero no hubo que lamentar daños personales.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para confirmar si, como apuntan los primeros indicios, el incendio fue intencionado y aclarar quién y por qué lo provocó. Agentes de la Policía Científica inspeccionaron a lo largo de la mañana el almacén quemado para intentar determinar en qué punto se iniciaron las llamas y la posible presencia de productos acelerantes. Los agentes tienen previsto revisar las cámaras de seguridad de la zona para tratar de encontrar alguna pista sobre el autor del fuego.

El Lolita Beach Club fue precintado por el Ayuntamiento de Palma a mediados de agosto del año pasado, apenas un mes después de abrir sus puertas, por carecer de licencia de actividad. Además, según Cort, las obras de remodelación del fortín, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), fueron realizadas sin los permisos correspondientes, por lo que se abrió un expediente disciplinario. Desde entonces, el establecimiento está cerrado al público.