La fiscalía pide penas que suman 16 años y dos meses de prisión para seis hombres acusados de la muerte de un obrero en Establiments. La víctima, de 37 años, fue arrollada por una asfaltadora debido, según el ministerio público, a las imprudencias y negligencias cometidas por los procesados, desde el operario que conducía la máquina a los administradores de las empresas de la obra. Sus abogados, por contra, sostienen que no fueron responsables del siniestro ni vulneraron ninguna de las medidas de seguridad establecidas.

Los hechos ocurrieron el 23 de enero de 2012 a la salida de la barriada palmesana de Establiments, en la carretera de Esporles. Un grupo de operarios trabajaba en la reparación de la calzada cuando uno de ellos, Cecilio N.G., de 37 años, fue arrollado por una máquina asfaltadora que circulaba marcha atrás. El vehículo le pasó por encima, causándole la muerte pese a los esfuerzos de los servicios sanitarios.

El ministerio público sostiene que el atropello se debió al incumplimiento de la legislación de seguridad laboral. Basándose en el informe de la Inspección de Trabajo, argumenta que la máquina asfaltadora era "defectuosa" y presentaba "graves deficiencias e irregularidades", ya que no estaba adecuada a la normativa europea. Además, considera que en la obra no se respetaban las medidas obligatorias para evitar este tipo de siniestros. La acusación imputa a los administradores de las dos empresas que llevaban a cabo los trabajos, los encargados de la obra y el conductor de la máquina un delito de homicidio imprudente. Reclama tres años de cárcel para cada uno de ellos, excepto para el obrero que manejaba la asfaltadora, cuya responsabilidad considera menor y para quien solicita un año y dos meses de prisión por el mismo delito.

Los abogados de los seis procesados, Miguel Arbona, José Zaforteza y Llorenç Salvà, rechazan los argumentos de la fiscalía y reclaman la absolución de todos ellos al entender que no cometieron ningún delito. Los tres letrados sostuvieron ayer, al concluir la vista en un juzgado de lo penal de Palma, que "no se puede achacar al empresario la responsabilidad de todo lo que ocurre" en sus negocios y afirmaron que los obreros habían recibido cursos de formación de prevención de riesgos laborales. "A día de hoy, nadie sabe por qué ocurrió. Es falso que la víctima estuviera fuera del área de seguridad", recalcó una de las defensas.

Otro de los abogados incidió en que la víctima estaba en un "lugar impropio y peligroso de forma libre, sin que nadie se lo hubiera ordenado". Respecto al procesado que manejaba la máquina, al que se acusa de no haberse cerciorado de que podía llevar a cabo la maniobra sin riesgo, su defensa incidió en que cumplió el protocolo e incluso emprendió la marcha a la velocidad más lenta posible. "Termina el juicio y todavía no sabemos qué normativa laboral han infringido", resumió uno de los abogados.