La Policía Nacional culminó ayer la operación contra una banda que robó unos 50 coches valorados en un millón de euros de los depósitos municipales de Palma y Calvià. Los investigadores, que ya arrestaron a cuatro personas entre octubre y enero y han recuperado buena parte de los automóviles, registraron ayer cinco domicilios y una nave industrial y detuvieron a otros cinco sospechosos más. La red habría utilizado documentos falsificados para retirar coches, la mayoría de gama alta incautados en investigaciones policiales -como la 'Operación Kabul' o la redada contra los Ángeles del Infierno- o embargados. Luego los vendían en varios puntos de España o los desguazaban para lucrarse con las piezas.

El caso fue descubierto en octubre pasado, cuando la Policía Local comprobó que un hombre había retirado siete vehículos del depósito de Son Toells, en Palma, con documentación fraudulenta. Presentaba autos judiciales, autorizaciones de los propietarios y comprobantes de que todos los pagos estaban al día -todo falsificado- para llevarse los vehículos sin pagar las tasas. Este hombre y otros dos sospechosos fueron detenidos y encarcelados en aquella primera fase de la operación.

La investigación quedó en manos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional. Las pesquisas revelaron que se habían cometido robos similares en el depósito municipal de Son Bugadelles, en Calvià, con el mismo modus operandi. Los agentes revisaron las salidas de automóviles de ambos recintos y estimaron que la cifra de vehículos sustraídos rondaba el medio centenar. Entre ellos había modelos de lujo valorados en 80.000 euros.

Los indicios recabados apuntaban a que los tres hombres encarcelados tenían un papel secundario en la organización y que solo se encargaban de retirar los coches a cambio de dinero. Las gestiones llevaron hasta uno de los cabecillas de la red, que fue detenido en Sevilla hace unas semanas. La Policía comprobó que los vehículos robados eran vendidos tanto en la isla como en el resto de España y que una parte se desguazaba para aprovechar las piezas.

Ayer por la mañana, la Policía llevó a cabo la última fase de la operación. Los agentes, con autorización judicial, registraron cinco domicilios en Palma y un taller desguace situado en la calle Gremi de Teixidors, en el polígono de Son Castelló, donde al parecer se manipulaban los automóviles robados. Al menos cinco presuntos miembros de la banda fueron arrestados y trasladados a comisaría. Estaba previsto que en las próximas horas sean interrogados sobre su papel en la organización antes de ser puestos a disposición judicial. La Policía calcula que el valor de los automóviles robados supera el millón de euros. La investigación ha permitido recuperar unos 35 vehículos y localizar numerosas piezas.