Un juzgado de lo penal de Palma condenó ayer a tres años y medio de prisión a un hombre por atracar a punta de pistola un banco en Consell hace poco más de dos semanas. El sospechoso, encarcelado desde el pasado 25 de enero, actuó a cara descubierta y parecía bebido. La cajera de la sucursal asaltada le reconoció y le identificó como un vecino del mismo pueblo. Además de empuñar un arma de fuego simulada, también llevaba un cuchillo. Consiguió apoderarse de un botín de 16.500 euros y huyó de la entidad a toda prisa, si bien la Guardia Civil le detuvo poco después en las inmediaciones en una calle de la localidad.
Ayer por la mañana, el atracador, que carece de antecedentes, fue excarcelado y conducido a los juzgados de Vía Alemania, en Palma. El hombre, de mediana edad, confesó los hechos y se declaró responsable de un delito de robo con intimidación y uso de armas o instrumentos peligrosos. Aceptó una pena de tres años, seis meses y un día de prisión por el asalto a la oficina bancaria de Consell. Tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía, el magistrado dictó sentencia 'in voce'. Luego, el condenado regresó al centro penitenciario de Palma.
Los hechos enjuiciados ocurrieron hace un par de semanas. Sobre las dos de la tarde del pasado viernes 22 de enero de 2016, el sospechoso irrumpió en la oficina bancaria ubicada en la carretera principal de Palma, en Consell, armado con una pistola simulada y un cuchillo. El asaltante aprovechó que quedaba poco tiempo para la hora del cierre de la sucursal y que solo había los empleados en su interior.
Nada más acceder a la entidad, espetó : "¡Esto es un atraco!". Acto seguido, intimidó a los trabajadores con las dos armas. El acusado no iba encapuchado ni ocultaba su rostro. Las víctimas le vieron la cara y su imagen fue captada por las cámaras de videovigilancia del establecimiento. De hecho, una de las cajeras le reconoció ya que se trataba de un vecino del municipio.
Roba 16.500 euros
El hombre logró su objetivo al hacerse con un botín de 16.500 euros. Presentaba síntomas compatibles con la previa ingesta de bebidas alcohólicas y, una vez consiguió el dinero del banco, se dio a la fuga a toda velocidad. Instantes después, los perjudicados alertaron de lo ocurrido a la Guardia Civil.
Varias patrullas se personaron en el lugar y la Policía Judicial de Inca inició las pesquisas. Los agentes se desplegaron por varias calles del pueblo hasta que, apenas una hora más tarde, sobre las tres de la tarde, el sospechoso fue localizado en los alrededores de la sucursal bancaria.
Los investigadores ya habían averiguado que el atracador era un vecino de Consell. El hombre quedó detenido como presunto autor del violento robo.
La Guardia Civil descubrió la pistola simulada que había utilizado en el asalto en un descampado donde acabó arrojándola. El arma fue intervenida. Los agentes también consiguieron recuperar los 16.500 euros robados, que encontraron en su domicilio. Por último, también se incautaron del cuchillo que había esgrimido.
Días después, el lunes 25 de enero, el arrestado fue puesto a disposición del juzgado de guardia de Inca. Al mediodía, el juez acordó su ingreso en prisión provisional sin fianza.
