La Policía ha desmantelado un local de juego clandestino en Manacor en el que se llegaban a apostar 2.000 euros en una sola partida de cartas. Los investigadores encontraron en el establecimiento a 32 hombres, la mayoría marroquíes y argelinos, y se incautaron de 775 euros ya apostados en las mesas. Aunque aparentaba ser un bar, solo funcionaba como casino encubierto: el baño de las mujeres había sido reconvertido en trastero y en el microondas se guardaban las barajas de cartas.

El local se había convertido, según la Policía, en un referente del juego en toda la comarca y a él acudían vecinos de diferentes municipios del Llevant. Desde hace varias semanas, agentes de la comisaría de Manacor y del Servicio de Control de Juegos de Azar de la Jefatura Superior investigaban las actividades que se llevaban a cabo en el local. Según averiguaron, allí acudían a diario decenas de hombres para participar en partidas de juegos como ronda y ramiro, en las que se llegaban a apostar hasta 2.000 euros.

La 'Operación Tapete' culminó el pasado viernes, cuando los investigadores, apoyados por efectivos de la Policía Local de Manacor, irrumpieron en el establecimiento. Allí encontraron a 32 hombres, entre ellos el dueño del local y los organizadores de las partidas. Todos fueron identificados y se intervinieron 775 euros que estaban ya en juego.

Los policías encontraron también varias barajas de cartas españolas y americanas escondidas en un microondas, que aparentemente llevaba meses sin ser utilizado para calentar comida. También descubrieron que el baño de mujeres estaba clausurado, con la puerta cerrada con candado ya que era utilizado para almacenar objetos diversos. La Policía Local de Manacor, por su parte, llevó a cabo una inspección y levantó un acta de control de establecimientos en el que reflejó cinco irregularidades, añadieron las mismas fuentes.

Los investigadores precintaron todo el material utilizado para las partidas y han informado de la operación al Servei de Joc de la dirección general de Comercio y Empresa del Govern, el organismo competente para la imposición de sanciones.