El joven de 33 años preso desde el pasado fin de semana por narcotráfico después de que la Policía Nacional le interviniera dos kilos de cocaína en Can Pastilla presuntamente utilizaba testaferros para ocultar la droga. Según informaron ayer fuentes policiales, el sospechoso, que fue detenido el pasado jueves, como adelantó DIARIO de MALLORCA, usaba varios domicilios con personas interpuestas para esconder los alijos.

Los investigadores del Grupo de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional culminaron la semana pasada la operación 'Petit' con el arresto del hombre, de nacionalidad española, y el registro de tres viviendas, dos en Llucmajor y una Can Pastilla, donde se incautaron de dos kilos de cocaína, 30 gramos de éxtasis en su modalidad de cristal, un kilo y medio de sustancia de corte para adulterar la droga y más de 30.000 euros. Además, los agentes hallaron dos armas de fuego, una pistola y un revólver, así como munición en perfecto estado de funcionamiento.

Se trata de uno de los golpes más certeros asestados al tráfico de estupefacientes en Palma, que ha supuesto el desmantelamiento de un laboratorio de cocaína. La Policía Nacional llevaba varios meses de pesquisas para lograr descubrir el complejo entramado que había organizado el sospechoso para traficar con estupefacientes. Los investigadores creen que el joven actuaba en s'Arenal de Llucmajor, una zona donde se concentra la venta de drogas.

En el momento de ser arrestado, se le ocuparon 200 gramos de cocaína y una pequeña cantidad de droga que ocultaba en sus partes íntimas. Luego, en los inmuebles, la Policía intervino una prensa, dos moldes, dos balanzas, plásticos e instrumentos para manipular la cocaína. También hallaron una pistola Browning 7,65 y un revólver Llama 38 especial.