La Audiencia de Palma juzgó ayer a un hombre por asaltar dos domicilios de la ciudad armado con un destornillador y un cuchillo con los que supuestamente amenazó y retuvo a dos moradores que le sorprendieron a mediados de abril de 2015. El acusado, de 43 años y que lleva diez meses preso, negó ser el autor de los dos violentos robos e incriminó a un amigo, un recluso que falleció el pasado 1 de enero en su celda en el centro penitenciario de Palma. Según su versión, una semana antes de ser arrestado, este allegado le vendió una bolsa negra con numerosos efectos como una cubertería de plata, joyas de oro, un reloj, un ordenador, un teléfono móvil y una tarjeta bancaria. Su intención era revender el género y obtener más dinero para poder comprar droga para su consumo. Para ello contó con la ayuda de una pareja, que acudió dos veces a un establecimiento de compraventa para realizar la transacción. Estos dos imputados ayer confirmaron ante la sección primera que participaron en la venta de los artículos.

La fiscal solicitó ayer una condena de 18 años de cárcel para el supuesto atracador por dos robos con violencia en casa habitada, otro robo con fuerza en grado de tentativa y detención ilegal. Su abogada interesó la libre absolución. El ministerio público rebajó a 15 meses de prisión su petición para la pareja de receptadores ante el reconocimiento de los hechos que efectuaron ambos. La mujer se conformó con esta pena, mientras que la letrada del hombre reclamó ocho meses de cárcel al apreciar la circunstancia atenuante de drogadicción.

En el turno de la última palabra, el principal sospechoso volvió a negar los cargos: "Soy inocente. Lo siento por las víctimas, pero yo no he hecho nada. No les puedo pedir perdón. Compré esos objetos a mi amigo. Soy toxicómano y entonces estaba en la calle".

Una hora antes, al inicio del juicio el hombre ya había insistido ante la sala en su inocencia. "Yo no he estado en esos sitios, no he cometido esos delitos. Nunca he hecho eso de meterme en una casa. No entré en las viviendas. No es mi manera de actuar", aseguró. "Yo eso no lo he hecho nunca. Soy multirreincidente. En el pasado he atracado bancos, joyerías, he hecho de todo. He pagado 26 años de cárcel. Entonces llevaba cuatro meses en la calle, no me iba a meter en esos líos", añadió.

La Policía Nacional le intervino cuando le detuvo un teléfono móvil que había sido robado en uno de los inmuebles. Además, una cámara de seguridad captó su imagen entrando en un banco en Cala Major en el que probó de sacar dinero con una tarjeta sustraída horas antes. El imputado justificó estos datos alegando que tanto el teléfono como la tarjeta se los había vendido su amigo.

Mientras, las víctimas manifestaron que fueron intimidadas y agredidas por un asaltante. Por un lado, una mujer relató que el pasado 16 de abril de 2015 por la tarde escuchó ruidos en el rellano, miró por la mirilla y vio a un hombre que arrancaba el marco de la puerta de su vecina. "Abrí la puerta y él se abalanzó sobre mí. Entró en mi casa con fuerza y me empujó. Con un destornillador me dijo que quería oro y dinero y que me iba a matar. Se colocó un chaleco encima de la cabeza y me gritó ´no me mires, no me mires´. Me pidió por la caja fuerte", recordó. Luego, le hizo sacar todas las cosas de los cajones y se llevó en dos bolsas joyas, dinero, un teléfono y otros efectos. También sacó una sudadera con capucha y unas gafas de sol de aviador.

Por otro lado, un joven explicó que la tarde del 23 de abril descubrió a un intruso en la habitación de sus padres. "Me amenazó con un cuchillo, me golpeó con un destornillador. Me tuvo una hora mirando por toda la casa. Iba tapado con una gorra, gafas de sol, una braga y guantes. Luego me ató fuerte con unos cables de teléfono los pies y manos a la cama. Me obligó a darle la tarjeta de crédito y el número secreto. Intentó abrir la caja fuerte de casa", manifestó.