¿Qué hacer en caso de un terremoto como el que este lunes ha sacudido el litoral malagueño? Es la pregunta más común horas después de sentirse el temble. Por ello, no está de más acudir al Instituto Andaluz de Geofísica, localizado en Granada, una de las zonas sísmicamente más activas de Europa, difunde esta lista de consejos:

Mantenga la calma. Si el terremoto no es fuerte, lo ideal es tranquilizarse, pues acabará pronto y en el caso de que sea fuerte, siempre es conveniente mantener la calma, pues con la mente despejada se actúa con más diligencia, que es lo que en muchos casos evita tragedias en situaciones de riesgo. Se trata, en pocas palabras, de minimizar el peligro que indudablemente existe.

No entre ni salga. Si está dentro de un edificio lo aconsejable es quedarse ahí y si está fuera, no hay que entrar en ningún espacio cerrado. Entrar o salir normalmente puede causar accidentes al estar expuestos a la caída de objetos como cristales o cornisas.

Bajo una mesa o una cama. Dentro de un edificio hay que buscar estructuras fuertes, es decir refugiarse debajo e una mesa o de una cama o bajo el dintel de una puerta, junto a un pilar, una pared maestra o en un rincón y alejado de estanterías o muebles que puedan caerle encima. Además, siempre hay que protegerse la cabeza y sujetarse firmemente a algún elemento estable.

Ni ascensor ni por las escaleras. No se debe utilizar el ascensor, pues puede producirse un corte del fluido eléctrico y quedar encerrados, y nunca hay que huir precipitadamente hacia la salida. Las escaleras de los edificios tampoco son recomendables pues se pueden saturar.

La evacuación, tras el temblor. Una vez acabado el seísmo es el momento de evacuar el edificio. Llevad la documentación, ropa, medicamentos y si puede ser una radio portátil, que puede ser útil para escuchar recomendaciones para evitar riesgos en nuevas sacudidas que se pudieran producir.

No encender fuego ni fumar. Es conveniente apagar todo fuego y no utilizar ningún tipo de llama -cerilla, encendedor, vela, etc.- durante o inmediatamente después del temblor. Tampoco se debe fumar, ya que puede haber fugas de gas y eso haría aumentar el peligro de accidente.

Quieto en la cama. Si está en la cama, permanezca acostado y proteja su cabeza con almohadas.

Alejado de edificios y árboles. Estando fuera de un edificio, lo más aconsejable es alejarse de cables eléctricos, cornisas o cristales. Busque un espacio abierto que no esté cerca de construcciones y árboles, y agáchese.

Precaución con el tráfico. En la calle hay que tener mucho cuidado con el tráfico y por ello no es bueno correr. Lo ideal es caminar por el medio de la calle observando los elementos que puedan caer, pero también a los coches que se pueden cruzar en el camino.

Pare el coche en un lugar seguro. Si va en coche cuando ocurra el temblor, reduzca la velocidad y deténgase al llegar a un espacio abierto. Permanezca dentro del coche hasta que se detengan las sacudidas, retirado de puentes.

Ayude a quien lo necesite. Después del terremoto es preciso seguir calmado y tratar que los demás también lo estén. Compruebe si alguien está herido y préstele los auxilios necesarios.

No encienda la televisión. El siguiente paso, una vez ha remitido el seísmo, debe ser comprobar el estado en el que están las conducciones de agua, gas y electricidad y nunca ponga en funcionamiento ningún aparato eléctrico, como puede ser la televisión.

El teléfono guardado. Se recomienda no usar el teléfono, pues es necesario dejar las líneas libres para los equipos de socorro, aunque es bueno llevarlo a mano.

Lejas fijadas y sitios seguros. Otros consejos tienen que ver con la prevención y son, por ejemplo, el de tener fijadas las estanterías a la pared; el de contar con un lugar en cada estancia de su vivienda al que poder dirigirse en caso de terremoto y que debe ser un punto en el que no haya probabilidad de que caigan cosas sobre las personas; y el de mantener un suministro de comida enlatada, botiquín de primeros auxilios bien equipado, 11 litros y medio de agua por persona, mascarillas y gafas protectoras, una radio que funcione con pilas y linternas.