A cara descubierta y con síntomas de embriaguez. De esta guisa irrumpio ayer un atracador en una sucursal bancaria de Consell. Tras encañonar a los presentes con una pistola, al tiempo que esgrimía un cuchillo, el delincuente se hizo con un botín de unos 16.000 euros. La Guardia Civil le detuvo apenas una hora después de cometer el delito en su domicilio, en la misma localidad.

El atraco lo perpetró sobre las dos de la tarde en una sucursal bancaria que se encontraba situada en el número uno de la calle Palma de Consell. El delincuente era vecino del municipio.

Desde el primer momento, el comportamiento del asaltante llamó la atención de los empleados de la sucursal. En primer lugar, el atracador no tomó ninguna medida de precaución para evitar ser identificado. El asalto lo perpetró a cara descubierta y su imagen fue grabada por las cámaras de videovigilancia.

Además, la actitud errática del atracador y su locución pastosa para dirigirse al personal del banco era compatible con una ingesta de alcohol.

Pese a estas circunstancias, el atracador logró su propósito y se hizo con un botín de unos 16.000 euros. El delincuente desapareció poco después. No obstante, la cajera de la entidad le reconoció, ya que se trataba de un vecino de Consell.

Investigación

Una vez recuperados del susto, el personal de la sucursal bancaria de Consell asaltada avisó a la Guardia Civil. Efectivos de la Policía Judicial del Instituto Armado de Inca se personaron rápidamente en la entidad y abrieron una investigación para tratar de esclarecer el delito.

En primer término, los investigadores reclamaron a los empleados de la sucursal que les entregaran la grabación de las cámaras de videovigilancia de la entidad para tratar de identificarle. Los agentes de la Guardia Civil examinaron con detenimiento las imágenes, en las que aparecía el asaltante a cara descubierta, para comprobar si estaba fichado por otros delitos.

Por su parte, efectivos de la Policía Científica del Instituto se encargaron de tomar las huellas que pudiera haber dejado el atracador a la hora de cometer la fechoría.

Los investigadores averiguaron que el atracador era un vecino de Consell. La pistola de balines que había utilizado en el asalto fue encontrada en un descampado donde la había arrojado. El botín de 16.000 euros sustraído fue hallado en su domicilio y el cuchillo que había esgrimido también fue encontrado en su vivienda.