El temporal de viento de la tramontana dejó ayer a Menorca completamente aislada por mar. Los puertos de Maó y Ciutadella tuvieron que cerrar sus instalaciones al tráfico marítimo debido al fuerte oleaje. Mientras, en Mallorca solo hubo que lamentar pequeños incidentes aislados.

Durante la jornada de ayer se registraron vientos de componente norte con una fuerza que oscilaba entre siete y ocho. También se alcanzaron rachas de 80 kilómetros por hora y olas de entre cuatro y seis metros. Ante esta meteorología adversa, las autoridades concluyeron que lo más aconsejable era el cierre de todos los puertos de Menorca.

Según informó el Servicio de Emergencias 112 del Govern balear, ambos puertos no estaban operativos. Esta medida provocó la cancelación del tráfico marítimo y la suspensión de las líneas regulares con los puertos de Alcúdia y Barcelona.

Dos instituciones distintas coincidieron en decretar el cierre de las respectivas instalaciones de su competencia en Menorca. Así, Autoridad Portuaria de Balears, que gestiona los puertos del Estado en las islas, decretó el cierre del puerto de Maó, mientras que Ports de les Illes Balears, del que dependen los puertos de la Comunidad Autónoma, ordenó la clausura del puerto de Ciutadella.

La flota pesquera de la isla, que no pudo hacerse a la mar, permanecía amarrada en los puertos de Fornells, Ciutadella y Maó, a la espera de que amainara el temporal para volver a faenar.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantuvo ayer en vigor la alerta naranja por fenómenos meteorológicos adversos por el mal estado del mar y la alerta amarilla por fuertes vientos.

Por lo que respecta a Mallorca, los incidentes provocados por las fuertes rachas de viento fueron de mucha menor consideración. Los bomberos tuvieron que hacer solo algunas salidas aisladas para asegurar algunas estructuras y evitar que algunos objetos cayeran a la calle.

Sobre las 8.50 un canalón de desagüe de la iglesia de Sant Mateu de Bunyola se desprendió de la fachada por las fuertes rachas de viento y amenazaba con caerse. Ante el peligro que representaba, una dotación de Bombers de Mallorca, procedentes del parque de Sóller, se desplazaron para asegurar la estructura.

Una autoescala muy corta

Sin embargo, un problema imprevisto se presentó a los bomberos que les impidió actuar. El canalón del desagüe de la iglesia se encontraba a unos cinco metros de altura. Mientras, la escalera que utilizaban era de muchas menores dimensiones.

Una autoescalera se tuvo que desplazar expresamente desde el parque de Calvià para solventar esta contingencia y asegurar el canalón.

Unas horas más tarde, en torno a las once de la mañana, Bombers de Mallorca, procedentes del parque de Manacor, se tuvieron que movilizar por un incidente ocurrido en la misma capital del Llevant. En concreto tuvo lugar la calle Rector Rubí. Varios cristales cayeron desde un primer piso y baldosas de la cuarta planta amenazan con desprenderse.

De acuerdo con las previsiones de la Aemet, para hoy se prevé que continúen en Menorca el riesgo importante por fenómenos costeros, donde se esperan también olas muy grandes.