La aparición de un carrito de supermercado en el despacho del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, durante una entrevista en prensa, generó una gran polémica en las redes sociales. Hasta el punto de que acaparó buena parte de los comentarios durante la primera sesión del juicio de Nóos. Ante la pésima imagen dada, las altas instancias tomaron la determinación de retirar todo carrito de 'súper'que pudiera haber en la institución. El pasado jueves, un camión retiró una decena de ellos. Los funcionarios han tenido que recurrir a sillas de ruedas para portar los tomos de las diligencias. Las sospechas apuntan a que algún empleado público puede haber escondido su preciado carro bajo llave para que no se lo arrebaten.
'Gabinete jurídico' carcelario
Un abogado de Palma se encuentra en prisión después de múltiples estafas a sus clientes. El letrado ha sido condenado por apropiación indebida, al quedarse con el dinero que correspondía a las personas a las que, en principio, estaba asistiendo. Su condena por estos delitos también le inhabilitaba para ejercer la abogacía. Sin embargo, el abogado no ha renunciado por completo, pese a estar entre barrotes. Gracias a su capacidad de convicción, ha captado a potenciales clientes para un despacho de abogados extramuros de su supuesta confianza. Entre los reclusos que han depositado su fe en esta suerte de 'gabinete jurídico' carcelario se encuentra un preso condenado por delitos relacionados con la corrupción.
Un 'simpa' muy caro
Hace unos días un cliente de un restaurante de la calle Sant Jaume no se privó de nada. El comensal demostró tener gustos exquisitos y pedía de lo más caro dos. La comilona se saldó por unos 35 euros. A la hora de ir a pagar, el consumidor, de nacionalidad búlgara, simuló no entender nada y pretendía irse sin pagar. Craso error. Fue denunciado por el establecimiento y la Policía le detuvo por presunta estafa.
Lunáticos en el juzgado
Los funcionarios del juzgado de guardia demuestran en múltiples ocasiones tener una paciencia infinita. Pero algunas veces algunos sujetos consiguen ponerla a prueba. Así, la noche del pasado miércoles un individuo se personó en la oficina judicial con la intención de denunciar "a la sociedad". Según su particular versión, esta va contra él y le persigue. Cuando comprobó que sus pretensiones no eran escuchadas, el individuo preguntó si se podía quedar a dormir en las camas del juzgado. Un funcionario le aconsejó que fuera al médico.
El supuesto 'hijo del rey'
Y hablando de lunáticos, otro individuo se presentó también esta semana en el juzgado de guardia para presentar una denuncia argumentando que era "el hijo del Rey". Quizás la primera sesión del juicio del caso Nóos había hecho estragos en su mente. Finalmente, le instaron a que abandonara las dependencias judiciales para no entorpecer la labor de los funcionarios. Antes de salir anunció que el motivo de su queja era que "hay mucho enchufismo en el Govern".
Unos ángeles muy fértiles
Uno de los juicios más surrealistas que se vivió esta semanaa en Palma sentó en el banquillo a cuatro supuestos embaucadores por estafar 300.000 euros a una pareja. Los supuestos curanderos utilizaban rituales de brujería para persuadir a sus víctimas. Una víctima aseguró que le habían dicho que unos ángeles protectores ayudarían a que su mujer se quedara embarazada. "No física, sino espiritualmente", matizó. El crédulo denunciante afirmó que uno de ellos sufrió una posesión. Como consecuencia de esta se tiró al suelo "absorbido por una sombra maligna". El acusado aludido justificó ese comportamiento a la diabetes y a una supuesta bajada de azúcar. "Me dieron una fanta para recuperarme", precisó.
Ratas en Nou Llevant
Mientras ha cambiado el gerente del futuro Palacio de Congresos de Palma, una serie de problemas acuciantes se encuentran en Nou Llevant, el barrio donde está enclavado. El principal es una plaga de ratas a escasos metros del recinto. Los roedores se suelen ocultar debajo de los coches. Muchos conductores se llevan un buen susto en el momento de subir a su vehículo aparcado en la zona.
El atracador más torpe
Un atracador de una farmacia de Llucmajor hizo gala de una extrema torpeza que permitió que fuera identificado y detenido sin la menor dificultad. El delincuente no tomó la menor precaución para evitar ser descubierto. El sujeto esgrimió una navaja mientras, a cara descubierta, le exigía a la empleada que le diera todo el dinero de la caja. Se dio la circunstancia de que ese mismo día, apenas unas horas antes, había acudido al establecimiento con unas intenciones bien distintas. El individuo solicitó una receta y para ello aportó su tarjeta sanitaria en la que figuraban todos sus datos personales. Fue detenido sin mayores complicaciones.
Fallecido en la puerta de un centro de salud
La muerte sorprendió la tarde del jueves a un anciano de 89 años cuando había acudido a la consulta del centro de salud Emili Darder, en el barrio palmesano del Nou Llevant. Al parecer la víctima sufrió un infarto fulminante cuando estaba a punto de salir de las instalaciones. Las asistencias sanitarias no pudieron hacer nada por él, salvo certificar su defunción.
