La Policía Nacional investiga la muerte de un hombre de mediana edad, cuyo cadáver fue hallado ayer a primeras horas de la tarde dentro de un pozo en una finca rural en Sant Jordi, a las afueras de Palma. El cuerpo sin vida del varón, de entre 40 y 50 años, se encontraba deteriorado debido al paso de los días y al haber permanecido bastante tiempo en el agua. Estaba indocumentado, por lo que los agentes trabajaban ayer por la noche en su identificación. Los investigadores indagan si podría tratarse de uno de los desaparecidos de las últimas semanas en la isla. Los Bombers de Palma rescataron el cadáver y lo sacaron a la superficie, donde fue examinado por una forense.

Los hechos tuvieron lugar ayer poco antes de las tres de la tarde cuando una persona alertó de que había descubierto el cuerpo de una persona en el fondo de un pozo. Inmediatamente, se desplazaron a la zona las patrullas de la Policía Nacional. Los agentes se percataron de un fuerte hedor que salía del conducto y, acto seguido, comprobaron que había un cadáver dentro. El pozo se encuentra ubicado en una finca rural a un kilómetro del campo de fútbol de Sant Jordi, en las inmediaciones de la calle Son Fullana.

Levantamiento del cuerpo

El óbito fue comunicado al juzgado de instrucción número 11 de Palma, en funciones de guardia, que autorizó el levantamiento del cadáver, así como que los bomberos procedieran a su rescate. También se movilizó una médico forense, los investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional y la Policía Científica, quienes examinaron en un primer momento el cuerpo sin vida y no hallaron signos de violencia.

Los Bombers de Palma, equipados con mascarillas, se introdujeron en el pozo, de unos dos metros y medio de profundidad y un metro y medio de diámetro, y con la ayuda de cuerdas consiguieron izar al fallecido. El rescate no fue muy complicado ya que el conducto era ancho y no había mucha profundidad.

Una vez lograron sacar a la superficie el cuerpo, los agentes comprobaron que carecía de documentación, por lo que no fue posible identificarlo entonces. El cadáver se hallaba en mal estado de conservación al haber pasado varios días en el agua. Poco después, fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Palma donde hoy está previsto que se le practique la autopsia.

Los investigadores iban a cotejar los datos obtenidos con la base de desaparecidos para tratar de averiguar si se trata de Ángel Cabrera, de 43 años, uno de los últimos casos denunciados que desapareció hace varias semanas en Son Olivaret, en Palma.