Un piloto de un helicóptero del Servicio de Emergencias de Asturias (SEPA) falleció ayer después de que el aparato que pilotaba sufuriese un accidente mientras participaba en la extinción de uno de los incendios que han asolado el Principado. El fallecido era el único ocupante del helicóptero. Se trata de José Antonio Rodríguez, de unos 40 años, con mujer y dos hijos, y residente en Maó.

El SEPA movilizó para el lugar un helicóptero medicalizado con el Grupo de Rescate del que forma parte un médico-rescatador. Poco antes de las dos de la tarde el equipo logró acceder al lugar y confirmaron que el piloto de la aeronave había fallecido. Fuentes cercanas apuntan a que pudo haberse despistado por el humo y colisionado contra una peña.

El Centro de Coordinación de Emergencias recibió el aviso del accidente a las 13.07 horas. En la llamada señalaban que uno de los helicópteros del SEPA se había caído y estaba ardiendo. Estaba trabajando en una zona de repoblación conocida como La Cuesta de Parres próxima a la localidad de La Roza.

Además de movilizar al Grupo de Rescate con el helicóptero medicalizado se pasó el aviso al SAMU que envió la UVI-móvil y a la Guardia Civil que activó Grupo de rescate de montaña de Cangas de Onís y se hizo cargo de los trámites para proceder al levantamiento del cadáver.

El helicóptero de incendios había salido de su base en La Morgal para trabajar en este incendio a las 11.44 horas. El fallecido era un piloto experimentado que ya había trabajado en Asturias. Aunque había nacido en Madrid, residía en Menorca.

El siniestro se produjo en una zona sin acceso rodado. El presidente del Principado, Javier Fernández, se desplazó a la zona.