Una enfermera que declaró ayer en el juicio contra la auxiliar del geriátrico acusada de maltratar a una anciana explicó que un residente relataba que la sospechosa le hacía favores sexuales a cambio de dinero. "Él sigue contándolo pero no quiere denunciarlo por miedo a perder su plaza en la residencia", indicó la testigo. La imputada negó cualquier comportamiento poco decoroso en su lugar de trabajo. La enfermera dijo que la víctima le explicó que había sido golpeada por la acusada. "Me lo creí porque era una señora muy creíble. No era conflictiva", destacó. Otra auxiliar alegó que la perjudicada, con 86 años, "lo tenía muy claro" y quiso denunciar.