Con el objetivo de que la violencia machista no se convierta en un callejón sin salida, la Fundación Institut de Reinserció Social (IReS) ofrece en Palma varios programas enfocados tanto a los maltratadores como a las víctimas, por los que pasaron en 2014 cerca de 400 personas.
Mediante el programa de atención a personas agresoras se realizan seguimientos que pueden llegar a prolongarse durante más de dos años. Algunos de los usuarios son hombres ya condenados, a los que el juzgado les suspende la pena con el compromiso de que se sometan a estas terapias, aunque la mayoría acude sin que pese sobre ellos ningún procedimiento judicial. Las usuarios participan en 25 sesiones de terapia psicológica grupal a lo largo de seis meses.
La atención se divide en tres módulos para tratar diversos aspectos. "Por un lado se trabaja con ellos para que se responsabilicen del uso de la violencia y de las conductas que han tenido con su pareja", explica uno de los psicólogos del IReS. La segunda fase está enfocada a las emociones. "Tienen que aprender a identificarlas y expresarlas. La mayoría de ellos considera que el sentimiento de ira es malo por sí mismo, cuando lo dañino es su modo canalizarla. Por eso les damos pautas para que puedan manifestarla de otro manera", señala este especialista. Finalmente, el trabajo se centra en potenciar las habilidades comunicativas.
Tras los seis meses de tratamiento directo, se realizan seguimientos periódicos individuales hasta dos años después de comenzar la terapia. Además, durante todo el proceso los psicólogos mantienen contactos con las parejas de los agresores para confirmar que el programa está siendo realmente efectivo.
A lo largo de 2014 fueron 34 los hombres agresores que se incorporaron a este programa. El 41 por ciento de ellos tenían entre 31 y 40 años y destaca por su precocidad la participación de dos menores de edad. Más de la mitad de los usuarios -el 58 por ciento- eran españoles.
El IReS ofrece también atención integral a las mujeres que han sufrido malos tratos. Además de información y asesoramiento, este programa -en el que participan dos trabajadoras sociales, dos monitoras de acompañamiento y una auxiliar informadora- brinda también un acompañamiento personalizado a las víctimas en las gestiones vinculadas con su situación, como la presentación de denuncias, la obtención de ayudas públicas, la inscripción en el sistema público de empleo... El programa incluye un servicio de teleasistencia móvil, gestionado por Cruz Roja, para aquellas víctimas que cuenten con una orden de protección. En 2014, fueron 320 las mujeres atendidas por el IReS.
Uno de los recursos que se ofrecen desde el año 2009 son los cursos de autodefensa que imparte la Policía Local de Palma, por el que han pasado ya 175 mujeres víctimas de malos tratos a lo largo de quince ediciones. En ellos, los agentes muestran a las usuarias diversas técnicas para repeler agresiones y escapar e incluso a utilizar armas, como pistolas de aire comprimido y aerosoles de defensa.
