Unos 60 efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local, los Bombers de Mallorca y Protección Civil llevaron a cabo ayer un gran operativo de búsqueda para intentar localizar a Maria Pascual, la vecina de Binissalem de 65 años de la que no se tienen noticias desde el pasado día 3. El rastreo se prolongó durante casi diez horas y se inspeccionaron amplias extensiones de terreno tanto de ese municipio como de Alaró y Lloseta, sin encontrar ninguna pista sobre el paradero de Pascual.

Los equipos de emergencias se reunieron a las ocho de la mañana en la calle Goleta, a las afueras de Binissalem, donde se localizó el coche de la mujer unos días después de su desaparición. Allí se instaló el puesto de mando, coordinado por el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, donde se repartieron las zonas que debían ser inspeccionadas.

A lo largo de todo el día y con la participación de perros adiestrados fueron rastreadas amplias extensiones de terreno, con el apoyo aéreo del helicóptero del instituto armado, en busca de indicios sobre el paradero de la mujer. El operativo se prolongó hasta el anochecer y concluyó sin éxito.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores de la Guardia Civil encargados del caso es que la víctima sufriera una indisposición durante una caminata por las inmediaciones de Binissalem. Sin embargo, los agentes no descartan otras posibilidades y continúan realizando gestiones discretas en busca de pistas sobre lo ocurrido.

Maria Pascual fue vista por última vez el pasado 3 de diciembre, cuando dejó a sus nietos en el colegio en la zona de la Porciúncula. Tres días después se localizó su coche, perfectamente cerrado, en la calle Goleta de Binissalem. Algunos testigos aseguraron haberla visto tomar un tren, pero los investigadores no han encontrado evidencias en este sentido.