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Maltrato animal

Denuncian el envenamiento mortal de cuatro perros en una finca de Ariany

Otro animal logró salvar la vida tras ser atendido en una clínica veterinaria de Palma - El Seprona de la Guardia Civil investiga quién mató a los canes

Los perros envenenados sentados en una escalera.

"¡Han matado a parte de nuestra familia!". De esta forma tan contundente se expresa Francisca Garcias para explicar el dolor que siente por la muerte de sus mascotas. Sus cuatro pequeños perros rateros mallorquines fueron encontrados muertos en una finca de Ariany. Los animales tenían síntomas de envenamiento tras haber comido cebos emponzoñados. Solo uno más logró salvar la vida 'in extremis' tras ser atendido en una clínica veterinaria de Palma. La Guardia Civil ha abierto una investigación por un delito de maltrato animal.

Los hechos se remontan al pasado 11 de diciembre en una finca situada en el Camí de sa Garriga de Ariany. Sobre las nueve de la mañana, la hija de la dueña se desplazó a la parcela y jugó con los pequeños perros, de apenas año y medio. Una media hora después, cuando regresó, cuatro canes habían fallecido entre vómitos y uno de ellos se encontraba aún agonizando.

"Los animales estaban perfectamente. Desde el miércoles estaban en esa finca de Ariany, que la había comprado para que estuvieran allí. Solo dos días estuvieron allí. El viernes me los mataron", explica Francisca Garcias visiblemente afectada.

Solo uno de los cinco canes logró sobrevivir al envenenamiento. El perro fue evacuado de urgencia a una clínica veterinaria de Palma, situada junto a Son Llàtzer, donde los facultativos consiguieron salvarle la vida.

Al parecer, la persona que envenenó a los perros utilizó cebos emponzoñados con veneno para matar caracoles. Los animales vomitaron trozos de sobrasada con pintas negras y arroz con carne, supuestamente impregnados en este veneno.

Francisca Garcias no alberga la menor duda de la persona que envenenó a sus pequeños rateros mallorquines. La dueña de Rambo, Duquesa, Lola y Flaco -además del superviviente Torito- atribuye la autoría a una vecina que supuestamente la había estado acosando en los últimos 19 años.

Una sospechosa

"Durante un tiempo tuve los perros en el pueblo. Como otras personas me comentaron que molestaban los ladridos, compré la finca por ellos y los llevé allí", abunda. Según su testimonio, la sospechosa del envenenamiento se cruzaba a diario en coche hasta ocho veces diarias. "Desde el viernes 11 no la he vuelto a ver. Mi hija se tiene que medicar para poder dormir", subraya.

Ese mismos día, la dueña de las mascotas acudió al cuartel de la Guardia Civil de Vilafranca a denunciar el envenamiento. Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) se han hecho cargo de las pesquisas.

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