La medida cautelar solicitada por el juez se puso en marcha. Este viernes por la mañana agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la Policía Nacional, en colaboración con Inspección de Trabajo, han comenzado a clausurar la treintena de establecimientos relacionados con la "mafia laboral" en Palma, donde se detectaron graves irregularidades y explotación de trabajadores.

Desde primera hora de la mañana, entre un gran despliegue policial y la presencia de muchos medios de comunicación, los agentes han procedido al cierre de los bares. La mayoría de locales precintados se encuentran en el centro de Palma, como Palau Reial, Plaza Major, sa Llonja y Cort. También se prodecerá hoy al cierre de otros bares de esta red situados en el Festival Park.

Cabe recordar que seis detenidos en esta investigación ingresaron ayer tarde en prisión por orden judicial por presuntamente explotar a sus trabajadores y defraudar más de un millón de euros a la Seguridad Social y a Hacienda. El magistrado de guardia de Palma, Juan Manuel Sobrino, que instruye el caso, fue contundente.

Los seis arrestados que prestaron declaración ante él acabaron entre rejas. Entre ellos se encuentra el cabecilla del entramado, Juan S.G, que cuenta con más de una treintena de sociedades vinculadas al sector de la hostelería, su mujer, un hermano y otros tres socios que figuraban como administradores en las empresas investigadas, en las que el líder de la red normalmente siempre tenía una mayor participación. El juez acordó la prisión provisional sin fianza para todos ellos, como había pedido la fiscal.