Un adolescente de 16 años ha sido detenido en Palma por agredir a su madre y destrozar su casa al prohibirle ir a una fiesta con sus amigos. El menor supuestamente amenazó también a sus progenitores con un cuchillo, con el que además se autolesionó durante la trifulca. El chico ya fue arrestado por hechos similares hace pocas semanas y al parecer tiene problemas por un consumo excesivo de marihuana del que se niega a ser tratado como pretenden sus padres. La fiscalía de menores ha abierto una investigación.

El último episodio violento protagonizado por el menor se produjo el pasado sábado en el domicilio familiar, en la avenida Alexandre Rosselló, durante todo el día, explicaron fuentes de la Policía Local. Los problemas empezaron ya durante el desayuno, cuando el adolescente anunció que esa noche tenía planeado irse de fiesta con sus amigos. Ante la negativa de sus padres, el menor comenzó a golpear las sillas de la cocina, se dirigió a su dormitorio y rompió todo lo que encontró a su paso.

La situación se calmó hasta las cuatro de la tarde, cuando el adolescente salió de su habitación e insistió para que le permitieran salir. Los padres, sin embargo, se mantuvieron firmes y se lo impidieron. La reacción del chico fue de nuevo furibunda. La emprendió a golpes con las puertas de la vivienda, rompiendo dos de ellas a puñetazos y rodillazos.

Cuando la madre intentó calmarlo, el menor le dio una patada y la agarró con fuerza por el cuello. El padre defendió a su mujer y se interpuso entre los dos, tras que el hijo cogió un cuchillo de la cocina y los amenazó, antes de provocarse un corte en el brazo.

Los progenitores soportaron la situación durante tres horas, hasta que a las siete de la tarde una patrulla de la Policía Local acudió al domicilio tras recibir una llamada de alerta en la base del 092. Los padres explicaron a los agentes lo ocurrido y aseguraron que llevan meses sufriendo episodios similares. De hecho, los policías comprobaron que el adolescente ya fue detenido en octubre pasado por la Policía Nacional tras un altercado parecido.

Las víctimas achacan las violentas reacciones de su hijo a su adicción a la marihuana, según relataron a los investigadores. Los padres han intentado convencer al menor para que ingrese en un centro de desintoxicación de la península, pero el chico se niega.

Los policías locales se entrevistaron con el adolescente, quien admitió que había discutido con sus padres y destrozado la vivienda. También admitió que tiene problemas por el consumo excesivo de marihuana pero insistió en que no quiere ser tratado. Los agentes detuvieron al menor y comunicaron los hechos a la fiscalía.