El hombre acusado de apalear a un juez de paz en Santa Eulàlia (Eivissa) proclamó ayer su inocencia en la Audiencia Provincial. El sospechoso, rumano de 42 años y en prisión preventiva desde finales de 2014, rechazó el acuerdo ofrecido por el fiscal y el juicio se aplazó hasta el próximo mes de febrero.

El ministerio público le considera autor de un delito de atentado a la autoridad por atacar al juez de paz. Los hechos se remontan a noviembre de 2014, cuando la víctima dictó una sentencia contra el acusado en un juicio de faltas. Según la fiscalía, el procesado urdió un plan para vengarse del juez y unos días después de que se le notificara el fallo, el 1 de diciembre, abordó a la víctima en un aparcamiento.

El hombre llevaba un palo de madera, de 105 centímetros de largo y tres de ancho, con el que comenzó a golpear al juez por la espalda. El perjudicado se dio entonces la vuelta y pudo reaccionar. El agresor le lanzó varios golpes a la cabeza, pero la víctima frenó la acometida cubriéndose con un brazo y acabó huyendo del lugar.

A consecuencia de la agresión, el juez sufrió diversas contusiones en la región escapular y el antebrazo. Tuvo que ser atendido en un centro médico y tardó 15 días en recuperarse de las lesiones sufridas, según recoge el escrito de conclusiones provisionales del fiscal.

El acusado fue detenido e ingresó en prisión al día siguiente, y desde entonces está recluido. Ayer fue excarcelado y trasladado por la Policía a la Audiencia Provincial de Palma, donde compareció ante el tribunal de la sección segunda. El procesado descartó alcanzar un acuerdo con la fiscalía, que se mostraba dispuesta a rebajar su petición inicial de cinco años de cárcel. "No voy a conformarme porque no soy culpable", replicó el sospechoso cuando la magistrada le preguntó si estaba de acuerdo con la propuesta del ministerio público.

La vista estaba señalada a prevención, es decir, para celebrarse solo en caso de que se llegara a un acuerdo y no se había citado a ninguno de los testigos propuestos por las partes. Ante la negativa del acusado, la sala aplazó el juicio hasta el próximo 2 de febrero y el acusado fue conducido de nuevo al centro penitenciario de la carretera de Sóller.