La Audiencia de Palma ha condenado a penas de uno y dos años de prisión a doce acusados por traficar con anabolizantes, esteroides y hormona del crecimiento en dos gimnasios de la ciudad a principios de 2011 sin ningún tipo de control médico. Los doce imputados, cuatro de ellos de origen búlgaro, admitieron ayer ante el tribunal de la sección segunda ser autores de un delito contra la salud pública. La sala absolvió a otra mujer después de que la fiscalía retirara los cargos contra ella.

Entre los encausados, ocho de ellos aceptaron sendas condenas de un año de cárcel y multa de nueve meses con una cuota diaria de cinco euros. La pena de prisión se les sustituye por otra multa de dos años, excepto a uno de los sospechosos. Además, a siete se les prohíbe ser gerentes de centros deportivos durante dos años y a otro se le prohíbe el ejercicio profesional de la actividad de culturista y su presentación a pruebas oficiales por el mismo periodo.

Por su parte, los cuatro imputados restantes se conformaron con sendas penas de dos años de cárcel y multa de 500 euros por dedicarse también a distribuir éxtasis, cocaína y ketamina en Palma, además de los anabolizantes.

Según la fiscalía, los sospechosos, algunos responsables y empleados de gimnasios, entre enero y agosto de 2011, traficaban con estos fármacos y hormonas sin autorización ni control médico y ponían en peligro la salud de los consumidores. Estas sustancias, algunas de uso veterinario, se distribuían entre deportistas que acudían a dos gimnasios de Palma para aumentar sus capacidades físicas. Miles de dosis fueron incautadas tras interceptar cuatro paquetes postales procedentes de Bulgaria y con destino a la isla.