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Tribunales

Juzgan a un padre por maltratar durante años a sus dos hijos menores

La fiscal solicitó ayer cuatro años de cárcel para el progenitor, que negó haber golpeado a los niños

El juicio contra el padre se celebró ayer en Vía Alemania. b. p.

Un padre fue juzgado ayer en Palma por presuntamente haber maltratado de forma continuada entre 2010 y 2014 a sus dos hijos, menores de edad, en el domicilio familiar a las afueras de la ciudad. El progenitor, de origen magrebí, está acusado de golpear con un palo, con un aerosol e incluso con una sartén o con sus puños a su hija cuando esta contaba entre 13 y 17 años en varios episodios violentos. Mientras, al hermano de la adolescente, que ahora tiene ocho años, le habría pegado bofetadas y propinado patadas, según la versión de la fiscalía y de la acusación particular, que representa al Consell de Mallorca.

El imputado, de mediana edad, negó en rotundo los cargos. El hombre rechazó haber agredido a sus dos hijos tanto física como psicológicamente. Al referirse a una disputa ocurrida el 24 de marzo de 2014 cuando su hija le entregó las notas del instituto, el progenitor admitió que discutió con la adolescente debido a sus malos resultados, pero negó haberla golpeado. Posteriormente, la menor decidió denunciarle por maltrato ante la Policía Local de Palma y tanto ella como su hermano abandonaron el domicilio familiar. El Consell de Mallorca se hizo cargo entonces de su tutela, ya que la madre no residía en la vivienda desde 2010, cuando ingresó en prisión. La forense ratificó un informe que recoge las lesiones que sufrió la víctima el 24 de marzo de 2014: escoriaciones en un brazo y un pómulo, además de una contusión alrededor del ojo derecho, heridas supuestamente causadas por una presunta agresión.

El padre insistió en desvincularse de los hechos y alegó que sus dos hijos habían sido manipulados por la madre, quien, según su versión, lo había planificado todo. En el turno de la última palabra recalcó que era inocente. "No soy culpable", subrayó ayer a las cuatro de la tarde, momentos antes de que el caso quedara visto para sentencia.

La fiscal solicitó para el hombre penas que suman cuatro años y dos meses de prisión por dos delitos de maltrato habitual, uno por cada hijo, y otro delito de lesiones por la agresión del 24 de marzo de 2014. La letrada del Consell, que ejercía la acusación particular, reclamó la misma condena. Por su parte, la abogada defensora pidió la libre absolución.

Las acusaciones mantienen que los dos menores padecieron una situación de maltrato habitual a partir de 2010, cuando su madre ingresó en la cárcel. Según su tesis, la hermana mayor siempre trató de proteger al pequeño de los golpes del padre. Los peritos confirmaron que la niña era "muy protectora" y que temía por su hermano. "Asumió roles de adulta cuando se fue su madre. Por encima de ella, estaba su hermano. Es una niña muy honesta", dijo una psicóloga. Los especialistas apreciaron indicadores y síntomas en ambos menores de haber sido agredidos: ansiedad, miedo y, en el caso de la adolescente, baja autoestima, cambios de humor o ideas suicidas. El psicólogo forense recalcó que el relato de ambos era coherente y congruente y no percibió que hubieran sido manipulados. El niño ayer detalló ante el juez que su padre le pegaba: "Me daba tortas en la cara. Me pegaba porque sacaba malas notas. También a mi hermana. Me daba en la cara". Un policía local recordó que el tío de las víctimas le reconoció en la casa que la situación era insostenible y que "se veía venir". El familiar ayer lo negó.

Una decena de testigos, amigos del padre, alegaron que los niños eran felices con él y que nunca vieron ninguna disputa ni agresión. Solo una exempleada dijo que la menor fue golpeada con un palo, insultada y recibió puñetazos, y el niño fue pateado y zarandeado. "No se puede consentir lo que hizo con los niños", indicó la fiscal.

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