La Guardia Civil rescató hace unos días a un joven que sufrió una caída de 15 metros en un recóndito acantilado y acabó atrapado en una cueva en Eivissa. Ante las dificultades para sacarla por tierra, la víctima fue auxiliada por los buzos del instituto armado y trasladada en un embarcación hasta un puerto cercano.

El suceso ocurrió el pasado día 15 en un paraje conocido como la Cueva de la Luz, en las inmediaciones de Cala Aubarca, en Sant Antoni. Según informó ayer la Guardia Civil, un hombre de 30 años se precipitó al interior de la cueva cuando trepaba por una cuerda y no podía salir por sus propios medios.

Agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) acudieron al lugar y comprobaron que se trataba de un acantilado de unos 30 metros de altura, por lo que el acceso por tierra era muy complicado. Así, los especialistas decidieron llegar hasta el joven buceando por una gran cavidad abierta a diez metros de profudidad que comunica el mar con la cueva. Los agentes comprobaron que la víctima no presentaba lesiones graves, pero estaba agotada, nerviosa y tenía mucho frío.

En esas circunstancias, el rescate por tierra se habría demorado varias horas. Por ello, tras comprobar que el mar estaba en buenas condiciones y que el perjudicado dispone del título básico de buceo, los guardias civiles decidieron sacarlo por el mar. Facilitaron a la víctima el equipamiento necesario y dos especialistas del instituto armado lo acompañaron en todo momento para salir de allí buceando. Los tres recorrieron los 25 metros de la galería hasta el exterior, donde embarcaron en una lancha de la Guardia Civil.

Sano y salvo, el joven fue trasladado entonces hasta el puerto de Sant Antoni, donde estaban ya esperándole un grupo de familiares.