Una mujer de 34 años ingresó en prisión provisional sin fianza el pasado lunes al mediodía por orden judicial por haber intentado matar a cuchilladas el día anterior a su excompañero sentimental cuando dormía de madrugada en su habitación, en compañía de la hija de ambos, una niña de corta edad, en un piso de Palma. La Policía Nacional detuvo a la presunta agresora, de origen ecuatoriano, el pasado domingo por atacar a su expareja con un arma blanca en la cama. El hombre logró esquivar la primera puñalada al moverse y el cuchillo acabó clavado en el colchón. Luego, paró un segundo golpe con sus manos y resultó herido al sufrir un corte. El afectado acudió al hospital de Son Llàtzer, donde le aplicaron puntos de sutura para cerrar la lesión en una mano.
Según la versión del perjudicado, de 43 años y también natural de Ecuador, la mujer se presentó ebria y alterada el domingo de madrugada en el domicilio que comparten, pese a que ya no mantienen una relación sentimental, en la calle Manacor, en Palma. La sospechosa acudió a la cocina y cogió un cuchillo. Acto seguido, irrumpió en el dormitorio de su excompañero y se abalanzó a oscuras sobre su cama, donde trató de apuñalarle, según indicó la víctima. La imputada le amenazaba diciéndole que le iba a matar. El hombre evitó el ataque, encendió la luz y aún tuvo tiempo de parar una segunda cuchillada con sus manos.
Luego, el varón cogió a su hija, de corta edad, que dormía junto a él y ambos escaparon del inmueble y se refugiaron en casa de una amiga. Finalmente, el afectado fue tratado en el hospital de Son Llàtzer, donde le curaron la herida que sufrió en una mano.
La presunta agresora horas después fue arrestada por la Policía Nacional. El lunes al mediodía pasó a disposición del juzgado de guardia de Palma. La imputada alegó que iba muy bebida esa noche y que solo pretendía asustar a su excompañero. Por ello, clavó el cuchillo en el colchón de la cama donde éste dormía.
El fiscal no se creyó su versión y solicitó al magistrado de guardia que la mujer ingresara en prisión por una tentativa de asesinato por tratar de acabar con la vida de su expareja. El juez accedió a su petición y ordenó que la detenida fuera encarcelada. Sobre las dos del mediodía del lunes, la sospechosa fue conducida al centro penitenciario de Palma.
Los hechos ocurrieron alrededor de las tres y media de la mañana del domingo 29 de noviembre cuando la mujer ecuatoriana llegó a la vivienda de la calle Manacor, en Palma. Se encontraba muy ebria y exaltada y empezó a hacer ruido en la cocina. Allí, cogió un cuchillo y, acto seguido, entró en la habitación donde dormía su antiguo compañero sentimental con la hija que ambos tienen en común. Se lanzó sobre él, que estaba en la cama, y presuntamente trató de apuñalarle al tiempo que indicaba que le iba a matar.
El hombre esquivó el ataque y el arma blanca acabó incrustada en el colchón. El perjudicado entonces encendió la luz de su dormitorio y, según su versión, la sospechosa aún tuvo tiempo de agarrar el cuchillo de nuevo y tratar de asestarle un segundo golpe. Él lo paró con una de sus manos y resultó herido.
El progenitor protegió a su hija y salió a toda prisa de su domicilio con ella. Dejó a la menor a salvo en casa de una amiga y fue hacia el hospital, donde le curaron. Luego, denunció lo ocurrido ante la Policía Nacional. Los agentes arrestaron a la imputada el domingo sobre las doce y media del mediodía. A la mujer le constan dos antecedentes policiales.
Según la versión del denunciante, su relación se rompió con la sospechosa poco después del nacimiento de su hija. Él se hizo cargo de criar a la menor durante varios años. Hace unos siete meses, la mujer le pidió que le alquilara una habitación en su casa, sin retomar la relación. Él le permitió vivir en su piso hasta el domingo.
