Un hombre aceptó ayer en la Audiencia de Palma penas que suman cuatro años y medio de prisión por agresión sexual y quebrantamiento de condena por tratar de violar a su expareja tras personarse en su domicilio en junio de 2014 en Maó, pese a una prohibición judicial de aproximarse a la víctima.

El acusado, de 45 años y que se encuentra encarcelado, confesó los hechos ante el tribunal de la sección segunda. La fiscalía solicitaba para él inicialmente una condena de 13 años. Ante el reconocimiento de los cargos, el ministerio público rebajó su petición. El sospechoso se conformó con cuatro años y medio de cárcel, el pago de una indemnización de 10.000 euros y la prohibición de aproximarse y comunicarse con la perjudicada durante 14 años.

Los hechos se remontan a las diez menos cuarto de la mañana del 6 de junio de 2014 cuando el procesado sorprendió a su expareja en el momento que accedía a su casa en Maó. El hombre la asaltó por detrás, ocultándose en un principio con una capucha, y la empujó por la fuerza hacia la habitación principal del domicilio. Le dijo que tenían que hablar.

Acto seguido, cogió un cuchillo de la cocina, lo clavó en un mueble e insistió en que tenían que hablar. Por último, en el dormitorio la sujetó e intentó penetrar a la víctima, pero no lo consiguió debido a la gran resistencia que opuso la perjudicada. En esa fecha, el procesado era consciente que infringía una sentencia que le prohibía acercarse a la mujer.