La llegada del frío dejó ayer el primer incidente grave en Inca. Un incendio provocado por un brasero eléctrico acabó con nueve intoxicados, una quincena de vecinos desalojados y un dormitorio arrasado por las llamas. Los afectados, cuatro de ellos menores de entre 8 y 15 años, tuvieron que ser atendidos por la cantidad de humo que respiraron y uno fue trasladado al hospital tras sufrir además un ataque de ansiedad. Los bomberos tardaron casi dos horas en sofocar el fuego y ventilar la finca. Tras comprobar que el edificio no tenía daños estructurales, los vecinos pudieron regresar a sus casas.

Fue poco después de las tres de la madrugada cuando los moradores del segundo piso del número 70 de la calle Son Net descubrieron el incendio, explicaron fuentes de los Bombers de Mallorca. El fuego se inició en un dormitorio en el que se encontraba un adolescente de 15 años, quien despertó en mitad de una gran humareda y dio la voz de alarma. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias, que se movilizaron de inmediato.

Nueve efectivos de los Bombers de Mallorca procedentes del parque de Inca acudieron al lugar y comprobaron que, aunque el fuego estaba acotado en la segunda planta, el humo se había extendido por las cuatro alturas de la finca. Varias patrullas de la Policía Local se desplazaron también al inmueble y lo recorrieron junto a los bomberos para desalojar a todos los moradores ante el riesgo que suponía la humareda. Una quincena de vecinos fueron evacuados de sus domicilios por los efectivos de emergencias.

Ocho de ellos presentaban síntomas de intoxicación por inhalación de humo, por lo que una UVI móvil y dos ambulancias del Ib-Salut acudieron al lugar de los hechos. Los afectados -cuatro menores de 8, 12, 13 y 15 años y cinco adultos de 27, 31, 39, 60 y 63- fueron atendidos por los efectivos sanitarios. Todos recibieron el alta allí mismo tras comprobarse que su estado no revestía gravedad, excepto una mujer que sufre asma y padeció una crisis de ansiedad, por lo que fue trasladada al hospital de Inca, explicaron fuentes del 061.

Mientras tanto, los bomberos centraban sus esfuerzos en extinguir las llamas. Lo consiguieron tras casi una hora de trabajos, pero no pudieron evitar que el fuego arrasara totalmente el dormitorio donde se inició y afectara también a un salón. El humo y el calor provocaron además daños en el resto del piso. Tras sofocar el incendio, los bomberos ventilaron toda la finca y revisaron su estructura. Los quince vecinos desalojados pudieron regresar a sus viviendas hacia las cinco de la madrugada.

El dueño de la vivienda siniestrada explicó a los equipos de emergencias que probablemente un brasero eléctrico había sido la causa del incendio, según informaron los Bombers de Mallorca. El calefactor se encontraba en la habitación donde dormía uno de sus hijos -el adolescente de 15 años- y al parecer hizo que los muebles cercanos se prendieran fuego.