Cinco miembros de un clan familiar se enfrentan a penas que suman 59 años de cárcel por intentar matar con catanas, navajas, palos y un pitbull a dos hermanos en Palma. Las víctimas fueron atacadas en la terraza de un bar tras una discusión banal con uno de los procesados. Recibieron varias cuchilladas, fueron atravesados por la espada japonesa y el perro propinó graves mordiscos en la pierna a una de ellas. Los dos hombres, de 39 y 44 años, estuvieron a punto de morir y fueron hospitalizados en estado crítico, pero lograron recuperarse. Otro hermano suyo fue golpeado al intentar poner fin a la agresión.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 16 de marzo de 2014 en la barriada de Son Cladera. Según el relato de la fiscalía, tras una pequeña trifulca sin mayores consecuencias entre dos hombres, uno de ellos apareció con cuatro familiares en un bar de la calle Canonge Antoni Sancho en el que su rival estaba con uno de sus hermanos. Los cinco -tres hombres y dos mujeres- iban acompañados por un perro pitbull y llevaban una catana, un palo, una llave inglesa y una navaja de 14 centímetros de hoja.

Sin mediar palabra, el grupo se abalanzó sobre ellos. Primera atacaron al hombre implicado en la discusión ocurrida horas antes y le propinaron numerosos golpes mientras una de las mujeres le anunciaba que iban a matarlo. La víctima recibió entonces dos cuchilladas en el abdomen y cuando cayó al suelo el can le propinó varios mordiscos en las piernas. Cuando el hermano del agredido intentó auxiliarle, uno de los procesados le asestó dos navajazos, siempre según el relato de la fiscalía. En ese momento y por casualidad, otro hermano de las víctimas llegó en ese momento al establecimiento y presenció la escena. Trató de rescatar a sus familiares, pero recibió un fuerte golpe por la espalda con un objeto contundente por parte de una de las mujeres del clan. Los cinco implicados huyeron del lugar poco después.

Las dos víctimas que fueron acuchilladas, atravesadas por la catana según explicaron los testigos, quedaron malheridas en el bar. Su estado era crítico debido a las gravísimas lesiones sufridas y habrían muerto de no ser por la rápida atención médica que recibieron, según sostiene la fiscalía. Ambos fueron trasladados de urgencia a Son Espases, donde fueron operados porque presentaban graves lesiones en órganos vitales. Estuvieron hospitalizados varios días y tardaron meses en recuperarse. Como secuelas padecen varias cicatrices que el fiscal considera perjuicios estéticos leves.

El ministerio público imputa a las cinco personas que supuestamente participaron en la agresión dos delitos de intento de homicidio, al entender que su objetivo era acabar con la vida de sus rivales. La fiscalía considera que en todos ellos concurre la circunstancia agravante de abuso de superioridad y aprovechamiento de auxilio de otras de otras personas.

El principal sospechoso, José Juan M.G., está considerado autor de las cuchilladas que recibieron los dos perjudicados, por lo que el fiscal le acusa de los dos delitos y reclama para él un total de 19 años y ocho meses de cárcel. Sus cuatro familiares, a los que la acusación no imputa ninguna agresión concreta sino su participación en toda la reyerta, se enfrentan a sendas penas de nueve años y diez meses de reclusión. El fiscal entiende además que los procesados deben indemnizar con 7.200 y 3.210 euros respectivamente a los dos hermanos a los que atacaron por las graves lesiones y las secuelas que padecen.

Una de las mujeres del clan está acusada además de una falta de lesiones por haber golpeado al tercer hermano cuando intentaba rescatar a sus allegados, agresión por la que el fiscal pide una multa de 600 euros y que indemnice al perjudicado con otros 60.

Los cinco implicados fueron detenidos por la Policía en los días posteriores a la brutal agresión y dos de ellos ingresaron en prisión preventiva por orden judicial. Está previsto que el juicio por estos hechos se celebre el lunes y el martes de la semana próxima en la sección segunda de la Audiencia Provincial.