Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Operación 'Karmesite'

Piden 32 años a cuatro acusados por estafar 300.000 euros a una pareja con brujería

Los imputados realizaron rituales con la excusa de salvar al hijo de las víctimas, de 5 años, al asegurar que su vida corría peligro en Palma

Altar hallado en el domicilio de la bruja y su mujer, donde se realizaban los supuestos rituales. policía nacional

La fiscalía reclama penas que suman 32 años de prisión para cuatro acusados de estafar a una pareja cerca de 300.000 euros con remedios de brujería con la excusa de salvar a su hijo, de cinco años, ya que su vida peligraba por una "sombra maligna" que le acechaba en Palma entre 2013 y 2014. Los imputados hicieron creer a los padres que tenían dones curativos de espíritus malignos y maquinaron una serie de rituales con velas y minerales para liberar al menor del "conjuro" o "magia negra" de los que fue víctima y así poder purificarle. Incluso, llegaron a crear un grupo de WhatsApp, a través de mensajes de teléfono, en los que se hicieron pasar por "ángeles protectores" y chamanes que daban instrucciones a los perjudicados de las medidas de protección que debían adoptar, al mismo tiempo que les solicitaban diversas cantidades de dinero para "liberar" al niño, según la versión de la acusación.

Los progenitores, una pareja española vecina de Palma, angustiados por el temor de que le pudiera ocurrir algo malo a su hijo, realizaron 229 ingresos bancarios en cuentas corrientes que estaban vinculadas a los curanderos entre enero de 2013 y octubre de 2014. Pagaron a través del banco y en mano un total 225.510 euros. A esta cantidad defraudada hay que añadir otros 64.497 euros, producto de los intereses devengados por varios préstamos personales que tuvieron que solicitar. Los padres acabaron arruinados, ya que también tuvieron que hipotecar su vivienda, además de pedir dinero prestado a familiares y amigos.

Estafa agravada y continuada

La fiscalía considera a la principal acusada, la falsa bruja, y a sus tres ayudantes, todos ellos españoles y familiares entre sí, autores de un delito continuado de estafa agravada y, por ello, solicita para cada uno una condena de ocho años de cárcel, además de una indemnización de 290.000 euros.

La "maestra espiritual" y su mujer, de 47 y 43 años, respectivamente, se encuentran en prisión provisional en la isla desde mediados de abril de 2015, cuando fueron detenidas por el grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional en Palma en el marco de la operación 'Karmesite'. Los agentes arrestaron también a los otros dos imputados, uno de ellos hermano de la pareja de la bruja y la esposa de éste.

Por su parte, la acusación particular reclama 52 años de cárcel para los cuatro encausados, es decir, sendas condenas de 13 años por un delito continuado de estafa y otro de pertenencia a grupo criminal. En concepto de responsabilidad civil, pide la misma indemnización que la fiscal: 290.000 euros.

El juicio contra los cuatro presuntos estafadores, que se aprovecharon de la confianza y la amistad con las víctimas, está previsto que se celebre próximamente en la Audiencia Provincial de Palma.

Los hechos se iniciaron durante el curso escolar 2011-2012 cuando una pareja acusada inició una amistad con las víctimas, ya que sus respectivos hijos eran compañeros en un colegio de Palma. Con el paso del tiempo, los sospechosos hicieron creer a los perjudicados que uno de ellos poseía dones curativos de sombras y espíritus malignos.

En diciembre de 2012, el hijo de los afectados, de cinco años, manifestó que al salir de la ducha en su casa, en Palma, había observado a una niña vestida de comunión y a un niño sin ojos, según la fiscalía. Los progenitores, preocupados, pidieron consejo a la pareja imputada para que lo protegieran y ésta, a su vez, les puso en contacto con las otras dos mujeres acusadas. Así, los sospechosos maquinaron una serie de ritos con velas y minerales con el pretexto de liberar al niño de la "sombra maligna" que le acechaba y que le podía causar enfermedades o incluso la muerte, según la fiscal. Además, a través de mensajes de teléfono, daban instrucciones a los padres de las medidas que tenían que adoptar llegando a tener un control casi absoluto de los movimientos del menor y también pedían dinero para salvarle. Con este 'modus operandi' consiguieron 225.510 euros entre 2013 y 2014. Según la acusación, los chamanes siempre utilizaban excusas como que la protección del niño se había roto o que había aparecido un nuevo "ente maligno" y por ello debían abonar más dinero para ponerle a salvo. En conversaciones de WhatsApp, se hacían pasar por ángeles protectores "Dani", "Lamy" o "Sabi" o chamanes "Xau" o "Xamena".

En los inicios del caso, los acusados relataron a las víctimas diversos episodios paranormales que dijeron que habían vivido para convencerles de sus dones curativos. En diciembre de 2011, un imputado bajó de un coche y empezó a convulsionar en el suelo. Su pareja le tiró un refresco y le decía frases hasta calmarlo. El hombre dijo a los perjudicados que había sido poseído por entes malignos.

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