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Accidente ferroviario

Investigan fallos en el sistema que alerta al maquinista del estado de las barreras

La Policía confirma que las vallas del paso a nivel estaban subidas y analiza si también hubo errores en otros mecanismos de seguridad

Bomberos y policías, junto al coche que fue arrollado por un tren el jueves a mediodía en un paso a nivel de Palma.

La Policía Local de Palma investiga un posible fallo en cadena en los sistemas de seguridad del paso a nivel donde un conductor de 79 años murió anteayer al ser arrollado por un tren. Los agentes intentan aclarar por qué las barreras de seguridad no se bajaron al aproximarse el tren y si el sistema que debe alertar al maquinista de este problema mediante señales acústicas y luminosas tampoco funcionó debidamente. Serveis Ferroviaris (SFM) continuaba, por su parte, analizando el contenido de la caja negra del convoy, el registro de las vallas y las grabaciones de las cámaras de seguridad.

Fuentes de la compañía explicaron que las vías cuentan con un mecanismo que detecta la llegada del tren a un paso a nivel para que se bajen las barreras y se activen las señales acústicas y el semáforo de alerta a conductores y peatones. En caso de que las vallas no bajen, un semáforo y un pitido indican este contratiempo al maquinista, que según el protocolo debe detener el convoy a la entrada del paso a nivel y reanudar la marcha muy lentamente.

La Policía Local ha confirmado ya que las barreras de seguridad, como indicaron varios testigos tras el siniestro, no se bajaron. Los vecinos de la zona, un cruce del camino de So na Dolça, aseguran que este tipo de fallos son frecuentes, pese a que maquinistas consultados explicaron que no está considerado un punto conflictivo.

Circulaba a baja velocidad

Las pesquisas se centran ahora en aclarar por qué el tren no se detuvo y acabó arrollando al turismo en el que circulaba la víctima. Los investigadores analizan si los sistemas de alerta adicionales también fallaron, sin descartar algún error humano. Los familiares del septuagenario fallecido en el siniestro, Nicolás L.R., han declarado que el hombre estaba en buenas condiciones, conducía de forma habitual y no había sufrido percances graves.

Las pesquisas apuntan a que el convoy circulaba en el momento del siniestro a 30 kilómetros por hora cuando el límite máximo en ese punto es de 100, según el comité de empresa de SFM. Esta baja velocidad se debía, según fuentes conocedoras del caso, a un problema en un punto de la vía cercano y no a que el maquinista hubiera frenado al advertir un fallo en las barreras o la presencia del coche de la víctima en el paso a nivel.

En julio de 2013, la compañía ferroviaria anunció la instalación en varios pasos a nivel -entre ellos el de So na Dolça- de un sistema de frenado automático de los trenes para detener el convoy en caso de que las vallas de seguridad no estuvieran debidamente bajadas. Fuentes policiales y representantes de los trabajadores señalaron ayer que no hay constancia de que exista este mecanismo y apuntaron que, en caso de estar instalado, no se activó para evitar el siniestro.

El comité de empresa de SFM , por su parte, denunció la sobrecarga de trabajo de la plantilla y los constantes cambios de turnos a los maquinistas, así como "las políticas de recortes y el tratar de hacer más con menos durante estos últimos años". Los representantes de los trabajadores recordaron que el mes pasado denunciaron ante la Inspección de Trabajo la sobrecarga de turnos, la supresión de tiempos de descanso y la modificación sistemática de los turnos de trabajo. Los maquinistas denunciaban entonces la sobrecarga de trabajo y alertaban de que se podía "llegar a provocar fatiga, pérdida de atención e incluso siniestralidad como consecuencia de la acumulación excesiva de horas de conducción". El comité pidió que, al analizar las posibles causas del accidente, no se obvie "toda una etapa reduciendo el número de personal, bloqueando la promoción de nuevos maquinistas y con incremento constante y exponencial de la presión sobre el colectivo de conducción".

El portavoz del Govern, Marc Pons, pidió prudencia hasta que se aclaren las causas del siniestro y subrayó que "está en marcha una investigación". Pons incidió en que la Policía todavía está tomando declaración a testigos y analizando las cajas negras. "Tenemos que ser prudentes", señaló.

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