La Audiencia de Palma juzgó ayer a un joven por cometer una oleada de robos en domicilios de la isla y a una pareja por receptación, por presuntamente comprar las joyas que previamente había robado el muchacho, junto con otros tres sospechosos que se encuentran en rebeldía.

El principal imputado, al que la fiscalía considera responsable de una decena de golpes en casas, admitió ayer ante la sala haber desvalijado tres inmuebles en Santa Eugènia y Lloseta a principios de 2011. Sin embargo, negó haber robado en otras seis viviendas en Palma, Marratxí, Alaró, Biniali, Lloseta y Santa Eugènia entre los meses de enero y abril de 2011. El acusado actuaba de común acuerdo con otros tres sospechosos, quienes entraban a las casas tras forzar puertas y ventanas y se apoderaban de dinero, joyas o electrodomésticos. Una de las presuntas receptadoras rechazó ayer que conociera que el oro que había comprado a los muchachos procediera de robos.