Tres menores de 14 y 15 años han sido detenidos tras una larga y peligrosa persecución por toda Palma al huir de la Policía en una furgoneta robada. Los agentes llegaron a disparar al aire para interceptar el vehículo, conducido por otro adolescente de 13 años, inimputable por su corta edad. Durante la fuga estuvieron a punto de arrollar a uno de los funcionarios y al ser interceptados se resistieron y tuvieron que ser reducidos, según fuentes policiales. Los menores arrestados, acusados de delitos contra la seguridad vial y hurto de uso de vehículo, han denunciado por su parte que fueron agredidos por los policías.
Los hechos ocurrieron hacia las dos y media de la madrugada del pasado miércoles. De acuerdo con la versión policial, una patrulla descubrió que una furgoneta ocupada por varios menores circulaba por la autopista de Llevant a la altura del Portitxol. Los agentes les dieron el alto, pero el conductor no se detuvo y emprendió la huida hacia el centro de la ciudad. El vehículo recorrió la avenida Argentina, el Passeig Mallorca y las Avenidas mientras varias patrullas iban sumándose a la persecución.
La furgoneta acabó regresando a la autopista, en esta ocasión en dirección al aeropuerto. Los policías, tras varios minutos intentando en vano interceptar a los menores, acabaron efectuando varios disparos al aire para lograr que el conductor se detuviera. Lo consiguieron, pero cuando los agentes empezaron a apearse de sus vehículos la furgoneta reanudó la marcha y estuvo a punto de arrollar a uno de los funcionarios, que pudo apartarse a tiempo. Según las mismas fuentes, la furgoneta fue finalmente interceptada a la altura del Coll d´en Rabassa. Los cuatro ocupantes se habrían resistido entonces a salir del vehículo y fueron reducidos por la fuerza.
Una vez inmovilizados, los policías comprobaron que todos los sospechosos son menores de edad. El que iba al volante del vehículo tiene 13 años, por lo que no puede ser acusado de ningún delito. Los otros tres tienen entre 14 y 15 y fueron trasladados a comisaría para ser interrogados sobre lo ocurrido. Los agentes averiguaron también que la furgoneta había sido robada, por lo que están imputados por delitos de hurgo de uso de vehículo y contra la seguridad vial. La Policía puso los hechos en conocimiento de la fiscalía de menores y avisó de lo ocurrido a los tutores de los cuatro implicados para que se hiciera cargo de ellos tras los interrogatorios.
Los tres adolescentes detenidos niegan haber participado en la sustracción de la furgoneta y sostienen que el niño de 13 años que la conducía -conocido de uno de ellos- les invitó a subir en la barriada de La Soledat, explicándoles que el automóvil era de su padre, y se ofreció a llevarles hasta sus casas.
Además, aseguran que cuando descubrieron que la Policía les estaba persiguiendo pidieron al conductor que se detuviera, pero este les reconoció entonces que el vehículo en realidad era robado y decidió darse a la fuga.
