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Semana Negra

Un merecido premio al bombero Pep Toni Far

El sargento de Bombers de Palma Pep Toni Far, durante la recogida del premio One ´En cumplimiento del deber´. one magazine

El sargento de Bombers de Palma Pep Toni Far se ha convertido en justo ganador de la I edición de los Premios One. El bombero mallorquín ha sido galardonado dentro de la categoría 'En cumplimiento del deber', que reconoce las actuaciones especialmente meritorias en acto de servicio con un elevado riesgo personal. En concreto, el premio se refiere a la destacada intervención de Far durante el incendio del restaurante 'Jamón, Jamón', ocurrido el 6 de agosto de 2010 en la calle Andreu Feliu de Palma. La extinción parecía rutinaria, pero el fuego se coló por el falso techo, que se desplomó poco después. Todas las estancias quedaron inundadas por el humo, con una atmósfera irrespirable. Al salir del bar, Pep Toni Far se percató de que uno de sus compañeros, Juan Gabriel Moyà, se había quedado dentro. Pese a la densa humareda, logró encontrar a Moyà semiinconsciente y ponerle a salvo. El sargento también trató de rescatar al bombero Alejandro Rivas, que falleció en el siniestro. Pero Far se vio forzado a salir a la calle, con graves quemaduras, al quedarse sin aire.

Alarma por una radial

Hace unos días los Bombers de Palma se movilizaron tras la llamada de un vecino que alertaba de que se estaba produciendo un incendio en una finca de la ciudad. El testigo veía cómo salía humo de una ventana y avisó a los servicios de emergencias. Cuando los especialistas llegaron al lugar comprobaron que se trataba de una falsa alarma. No había fuego en el piso, sino un operario que trabajaba con una radial. Por eso, salía humo del domicilio. Lo curioso del caso es que unos días después la historia volvió a repetirse en otro barrio de Palma.

Los peligros de la cerveza

El sábado de la semana pasada, sobre las siete y media de la tarde, un hombre borracho molestaba a varios ciudadanos en las escaleras de la Estación Intermodal, en la plaza de España. El varón, muy exaltado, arrojaba cerveza a la gente que acertaba a pasar por allí. Agentes de la Policía Local de Palma se hicieron cargo del sujeto en evidente estado de embriaguez.

En defensa de los animales

No hay duda de que la gente cada vez está más concienciada en la defensa de los animales y en salvaguardar sus derechos. Los dos primeros casos de hombres que han ingresado en prisión en España por un delito de maltrato animal han ocurrido en la isla. El pasado fin de semana, un hombre denunció que recibió amenazas cuando recriminó al dueño de un perro que le golpeara. Los hechos ocurrieron en plena vía pública, cerca de un parque en las proximidades de la calle Àngel Guimerà, en Palma. El testigo observó cómo un hombre agredía a un can y le reprochó su comportamiento. El atacante, en vez de calmarse, reaccionó entonces contra él y le amenazó. Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Policía Local.

Silla de ruedas sin control

El pasado domingo, sobre las dos del mediodía, la central de la Policía Local de Palma del 092 fue informada de un servicio estrafalario. Un hombre circulaba en silla de ruedas por mitad de la calzada fuera de control. El varón iba golpeando a todos los coches que encontraba a su paso. Los agentes se personaron en la zona y constataron que los hechos no eran graves y el sujeto ya se había calmado.

Un emotivo alegato

Esta semana comparecieron en la Audiencia de Palma todos los miembros de una banda de narcos nigerianos condenados por la sección primera por dedicarse a traficar con droga en la isla. Los imputados asistieron a la vista en la que el fiscal solicitó su ingreso en prisión. Varios de ellos cuentan con severas penas de ocho y seis años de cárcel por delitos contra la salud pública e integración en grupo criminal. El considerado cabecilla de la banda, que se convirtió durante 2011 y 2012 en líder de la comunidad igbo en Palma, cosa que utilizó como tapadera según el tribunal, realizó un emotivo alegato para evitar acabar entre rejas. El acusado, conocido como Cypo, explicó que sus hijos eran españoles, que habían nacido en este país y que no podían irse a África porque entonces allí serían considerados extranjeros.

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