Los compañeros del equipo de fútbol de los dos acusados, quienes también acudieron al pub de Cala d'Or la madrugada del 19 de agosto de 2008 tras asistir a una cena, recordaron que conocieron a dos chicas británicas esa noche y que ellas se mostraron "muy receptivas" y agradables y que incluso se hicieron fotos con ellas. Uno de los procesados, que explicó que la chica trató de hacerle una felación en el retrete al mismo tiempo que mantenía sexo con el otro acusado, detalló que sus amigos sabían lo que había pasado. "Todo el mundo sabía lo que estaba pasando en el baño. Ella era corpulenta, parecía que tenía más de 20 años. Yo tenía entonces 27", explicó. El otro sospechoso manifestó que sus compañeros de equipo bajaron a los servicios, ubicados en el subterráneo, para hacer jaleo y cachondeo, sin que nadie abriera la puerta. Ninguno de los testigos reconoció este extremo. Por ello, la presidenta del tribunal sometió a los jóvenes a un careo para dilucidar si realmente descendieron hacia el retrete y armaron jaleo. Los testigos negaron haber estado en la planta inferior, salvo uno de ellos, que recordó que bajó y vio a la chica riendo y hablando con los dos imputados. Luego, cuando la víctima salió del bar, ninguno la vio llorar. Según ellos, se marchó del local con rapidez.