Cuando los responsables de es Pinaret alertaron al 112 de que se había declarado un incendio, el servicio de emergencias informó de inmediato a la Policía Local de Marratxí y a la Guardia Civil. Los agentes municipales activaron un 'código rojo', el máximo nivel de urgencia, y seis patrullas acudieron enseguida al lugar.

Los policías, sin embargo, no pudieron acceder al recinto. Los vigilantes de seguridad -empleados de una empresa privada- y los responsables del centro no les permitieron la entrada por ir armados, alegando que se trataba de un centro de internamiento y basándose en la Ley General Penitenciaria. Los agentes de la Guardia Civil que llegaron instantes después, cuando todavía no había en el lugar bomberos ni sanitarios, obtuvieron la misma respuesta, lo que provocó cierta tensión a las puertas de es Pinaret.

Fuentes de la Policía Local de Marratxí señalaron que en esos momentos "había vidas en peligro" y anunciaron que elaborarán un informe sobre lo ocurrido y lo remitirán al juzgado a fin de que se establezca un protocolo para establecer cómo debe actuarse en este tipo de situaciones. Mariano Izquierdo, regidor de Policía Local de Marratxí, explicó por su parte que recabará más información sobre el incidente en las próximas horas. "Los agentes solo han podido colaborar desde el exterior", precisó.

Por otra parte, los agentes de la Guardia Civil encargados de investigar el incendio descubrieron que el detector de humos instalado en la zona siniestrada no había funcionado debidamente, por lo que el fuego no fue descubierto de inmediato.

La muerte del interno ha provocado una gran preocupación en la conselleria de Asuntos Sociales, que tiene previsto analizar en los próximos días la situación exacta del centro de menores de es Pinaret.