Un guardia civil que investigó el crimen recalcó que la escopeta que utilizó el presunto asesino llevaba otro cartucho más, lo que indica que el arma volvió a ser cargada tras efectuar los tres disparos contra la víctima. El agente desmontó la versión del sospechoso al rechazar la posibilidad de que el joven hubiera intentado agredir a José R.R. y se hubiera ido hacia él, ya que en ese caso, el perjudicado hubiera caído al suelo en el primer disparo. Sin embargo, el sobrino político de José estaba plantado de pie a unos cinco metros del presunto asesino cuando sufrió el primer tiro de frente a la altura de la cadera que le alcanzó el abdomen. Luego, se giró, trató de huir y recibió el segundo disparo por la espalda. Rodeó su furgoneta hacia la parte trasera, donde se apoyó y cayó al suelo. Allí, sufrió un tercer tiro a bocajarro en la sien izquierda.