El ministerio de Fomento ha abierto sendas investigaciones por los aterrizajes de emergencia provocados por la falta de combustible de dos vuelos que venían a Palma. Los incidentes ocurrieron con solo tres días de diferencia, el 1 y el 4 de septiembre, cuando las aeronaves fueron desviadas a Menorca y Eivissa al no poder tomar tierra en Son Sant Joan debido al mal tiempo. Las tripulaciones declararon sendos mayday -señales de socorro- para aterrizar lo antes posible en sus nuevos destinos al no disponer de combustible suficiente para seguir volando. Los dos vuelos procedían del Reino Unido y transportaban a 216 y 186 personas respectivamente.

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Aéreos (CIAIAC), un órgano colegiado dependiente de Fomento, está recopilando información sobre ambos sucesos. El primero de ellos ocurrió el pasado 1 de septiembre. Un vuelo de la compañía Thomas Cook procedente de Norwich, con 178 pasajeros y 8 tripulantes a bordo, se dirigía a Son Sant Joan. A las 16:41 horas la torre de control del aeropuerto autorizó al avión, un Airbus A321, a aterrizar en la pista 06L del aeropuerto de Palma. Cinco minutos después, los pilotos abortaron el aterrizaje por el mal tiempo, al igual que otros cinco aviones que iban a tomar tierra en esos momentos.

A las 17:03 horas, cuando la aeronave se aproximaba de nuevo a la pista, se le notificó que se había detectado cizalladura, vientos de diferentes velocidades que dificultan el aterrizaje. La tripulación pidió entonces desviarse a Menorca. Tras recibir la autorización, el avión puso rumbo a su nuevo destino y a las 17:13 horas los pilotos emitieron una señal de socorro por falta de combustible y pidieron aterrizar con urgencia. La aeronave tomó tierra en Menorca a las 17:32 horas.

Tres días después, el 4 de septiembre, se produjo un suceso similar. Fue en mitad de una intensa tormenta que provocó decenas de incidentes y dejó cuatro heridos en Mallorca a lo largo de toda la jornada. Un Boeing 757 de la compañía Jet2.com se dirigía de Manchester a Palma con 208 pasajeros y 8 tripulantes. Durante su aproximación a la isla, el avión pidió realizar varios desvíos de su rumbo por la presencia de nubes. A las 10:31 horas la torre de control de Son Sant Joan le autorizó para tomar tierra en la pista 06L. Los pilotos abortaron la maniobra cinco minutos después, debido a un incremento repentino de la velocidad del aparato de 180 a 220 nudos por la fuerte tormenta. Otros cuatro aviones tuvieron que cancelar el aterrizaje de forma consecutiva por el mal tiempo.

La tripulación solicitó entonces dirigirse al aeropuerto que había fijado como alternativo, el de Menorca, pero también allí el temporal había obligado a varios aviones a abortar el aterrizaje. Así, el vuelo fue finalmente desviado a Eivissa. A las 10:52 horas el comandante declaró mayday por el bajo nivel de combustible disponible, por lo que se le autorizó para llevar a cabo un aterrizaje de emergencia, que efectuó a las 11:13 horas.

En los informes provisionales sobre estos incidentes, la CIAIC destaca que en ambos casos las condiciones meteorológicas eran adversas, con tormentas acompañadas de granizo, fuertes lluvias e intensos vientos que obligaron a desviar numerosos vuelos.