La Guardia Civil y la Policía del Reino Unido han detenido en Calvià a un hombre de nacionalidad británica que se encontraba huido de la justicia de su país por un delito de homicidio. Tal como informó el Instituto Armado en una nota de prensa, el detenido ha estado implicado en un episodio de violencia machista contra una mujer, también de origen británico, ocurrido el pasado 11 de agosto en el municipio de Ponent.
Los policías británicos que colaboran con la Guardia Civil de Balears en el ámbito de las patrullas mixtas internacionales iniciadas este verano fueron los responsables de tomar declaración a la mujer agredida.
Con esta información, ambos cuerpos de seguridad comenzaron una investigación que culminó con la identificación y detención el pasado sábado de A.C.J., que se encontraba en libertad condicional. Sin embargo, quebrantó su condena y abandonó el Reino Unido, desobedeciendo los diferentes llamamientos realizados por la justicia británica.
Desde el inicio de la investigación hasta la detención, tanto la Guardia Civil como la Policía británica y la Agencia Nacional del Crimen (NCA) han trabajado en su búsqueda y localización y en cumplir las formalidades necesarias para hacer regresar al apresado a su país para su puesta a disposición de la justicia del Reino Unido.
El detenido ha pasado a disposición del juzgado central de instrucción en funciones de guardia de la Audiencia Nacional, autoridad judicial competente en la materia relativa a la orden europea de detención y entrega, que ha decretado su ingreso en prisión.
Los dos agentes británicos, que forman parte de los llamados bobbies del Reino Unido, se incorporaron a las patrullas mixtas internacionales en Balears el pasado 10 de agosto, integrándose en el puesto principal de la Guardia Civil de Calvià.
Durante la segunda quincena de dicho mes, llevaron a cabo un periodo de inmersión en unidades del citado municipio y Sant Antoni de Portmany (Eivissa) en el marco de las patrullas mixtas internacionales dentro del desarrollo del Plan Turismo Seguro y Operación Verano 2015.
Los agentes Martina Anderson y Brett Williams, procedentes de West Midlands, fueron destinados a Magaluf y durante los primeros días de servicio en Calvià intervinieron en el episodio de violencia de género que ahora ha permitido detener a su compatriota, que estaba en libertad condicional tras ser condenado por un delito de homicidio y huyó de la justicia para acabar en Calvià, donde presuntamente maltrató a una mujer.
