El temporal de lluvia y viento dejó en Mallorca una treintena de incidentes, la mayoría de ellos leves. La peor parte se la llevaron once vecinos de un edificio de Lloseta que fueron desalojados después de que los bomberos apreciaran riesgo de derrumbe. Además, un desprendimiento de rocas dañó el asfalto de la carretera que une Andratx y Estellencs, que permanecerá cortada varios días. El servicio de emergencias 112 atendió entre la noche del miércoles y ayer por la mañana casi un centenar de servicios relacionados con el temporal en Balears, 55 de ellos en Menorca.

Los Bombers de Mallorca y la Policía Local de Lloseta acudieron anteanoche a una finca de cuatro alturas situada en el número 32 de la calle García Lorca tras ser alertados de su precario estado. La fachada del edificio está siendo reformada y la lluvia había agravado la situación. Los once vecinos del inmueble fueron desalojados de sus viviendas al descubrirse que algunas zonas, especialmente el techo de la escalera comunitaria, amenazaban con derrumbarse. Algunos de los afectados fueron realojados en el albergue Es Convent, de gestión municipal. Según los técnicos municipales dentro de unos días el edificio podrá ser habitado.

El mal tiempo provocó también la caída de una gran roca sobre la calzada de la carretera que une Andratx y Estellencs. El desprendimiento, que se produjo a la altura del kilómetro 98 de la MA-10, provocó daños en el asfalto y obligó a cortar toda la vía al tráfico. Además de la Guardia Civil y los Bombers, al lugar acudieron técnicos del Consell de Mallorca para estudiar el modo de reparar los destrozos. La institución anunció ayer que la carretera permanecerá varios días completamente cortada, entre los kilómetros 95 y 111, ya que además de retirar las piedras desprendidas y reparar la calzada será necesario estabilizar dos rocas que amenazan con caer en esa misma zona.

El tráfico marítimo también se vio afectado: se canceló un trayecto entre Alcúdia y Ciutadella y el puerto de Maó estuvo cerrado.