La Audiencia de Palma ha absuelto a dos guardias civiles acusados de torturas y lesiones a un detenido ocurridas el 12 de octubre de 2009 en el puesto del instituto armado en la localidad ibicenca de Sant Antoni porque alberga "dudas" sobre la autoría de los hechos y acerca de cómo ocurrió la agresión.

La sección segunda de la Audiencia de Palma considera probado que el denunciante fue detenido en unos altercados en la calle Soledad de Sant Antoni, donde opuso "gran resistencia" al ser esposado, y luego fue conducido al puesto de la Guardia Civil, donde había numerosos agentes porque se celebraba la fiesta de la patrona del cuerpo. Estando en el calabozo, llamó a su mujer por teléfono y le contó que le habían pegado, por lo que ella acudió al cuartel, explicó que estaba hablando con él por el móvil y que decía haber sido agredido.

Según la sentencia, que los agentes supieran que el hombre estaba llamando motivó que varios guardias lo sacaran del calabozo, lo llevaran al baño, le dijeran que se quitase toda la ropa y "le agrediesen". El tribunal cree que los hechos constituyen un delito de torturas y otro de lesiones, pero no puede atribuirlo a "autor conocido y determinado" ante la insuficiencia de prueba incriminatoria respecto a los dos acusados. El tribunal llama la atención sobre el hecho de que la víctima cuente que le pegaron cuatro guardias civiles uniformados y otros cuatro que no lo iban, y solo identifique a uno de ellos y lo haga por su nombre, circunstancia que "revela cierta inquina o animadversión" hacia uno en concreto.