Empleados del hotel Marco Polo de Sant Antoni, en Eivissa, encontraron el lunes a las dos de la tarde en una habitación el cadáver de una turista de 18 años, la segunda británica de la misma edad que fallece en extrañas circunstancias en los últimos días. Los trabajadores de este hotel, que se encuentra a la entrada de Sant Antoni, hallaron sobre la cama el cadáver de Rebeca Maria Brock, que al parecer llevaba varios días muerta. Llevaban uno o dos días llamando a la puerta, sin respuesta. Como el lunes Brock tenía que abandonar el establecimiento, entraron. El cuerpo estaba tendido sobre una cama en la habitación 202, en la que se alojaba. Después de recuperarse del susto, llamaron a la Benemérita, que a su vez avisó al juez de guardia, para decretar el levantamiento del cadáver.

La oficina periférica de comunicación de la Guardia Civil en Balears informó ayer de que en el primer examen visual no detectaron signos de violencia, por lo que sospechan que la muerte se debió a causas naturales. Este diario ha podido saber que el fallecimiento podría deberse a una embolia pulmonar. El equipo de la Policía Judicial investiga otras hipótesis.