Tragedia laboral en Palma. Dos obreros de 31 y 56 años murieron ayer aplastados al ceder una estructura de unas 50 toneladas en un hotel en construcción en s'Arenal. Las víctimas, Manuel A.Q. y José G.M., movían unos puntales cuando una enorme placa de hormigón se les vino encima. Otros dos trabajadores, de 33 y 35 años, resultaron heridos leves en el siniestro. Los cadáveres fueron liberados por los bomberos tras una compleja y laboriosa operación de varias horas para levantar la estructura con una gran grúa. La Policía Nacional abrió una investigación para aclarar las causas del accidente mortal y trata de averiguar si se cumplieron los plazos de seguridad para acometer el trabajo que llevaban a cabo las víctimas.

El siniestro ocurrió al filo de las once de la mañana en las obras de construcción del futuro Llaüt Palace, un complejo hotelero de cinco estrellas y seis alturas más sótano situado en la confluencia de la avenida Amèrica y la calle Trobadors, en s'Arenal. Un grupo de empleados de una empresa subcontratada estaba trabajando en lo que será la planta baja cuando una gran placa de hormigón de 36 metros cuadrados cedió. Dos de ellos quedaron atrapados y sus compañeros corrieron a dar la voz de alarma. Varias llamadas alertaron del siniestro a los servicios de emergencias. Al lugar acudieron de inmediato varias ambulancias del Ib-salut, patrullas de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, tres dotaciones de los Bombers de Palma y efectivos de la dirección general de Emergencias.

Enseguida comprobaron que los dos trabajadores atrapados habían fallecido, aplastados por la estructura de hormigón, las maderas y los puntales. Otros dos obreros presentaban diversas contusiones y fueron trasladados a una clínica privada de Palma para ser atendidos. Sus lesiones eran leves y en principio no se temía por sus vidas. El accidente fue comunicado al juzgado de instrucción número 10 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia, y una comisión judicial se desplazó al lugar para llevar a cabo una inspección ocular, junto a los investigadores del grupo de Homicidios y de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía, que asumió la investigación.

La recuperación de los cadáveres fue una labor compleja. Los cuerpos permanecían bajo una estructura de hormigón inestable de unas 50 toneladas que amenazaba con ceder. Una gran grúa se desplazó a las obras para sujetar la placa y facilitar así el trabajo de los bomberos y de la Policía. La operación se prolongó durante más de dos horas. Uno de los cadáveres fue recuperado tras retirar varios puntales y tablones de madera. Para poder extraer el otro fue necesario que la grúa levantase unos centímetros la gran pieza de hormigón derrumbada, tras lo que los bomberos pudieron trasladarlo a una zona más segura con la ayuda de unas cuerdas. Los dos cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Palma, donde está previsto que hoy se les practique la autopsia. Familiares y amigos de los dos trabajadores fallecidos acudieron a la obra en cuanto fueron informados de lo ocurrido. La dirección general de Emergencias puso a su disposición a un equipo de psicólogos.

Movían los puntales

Según las primeras pesquisas de la Policía, la estructura cedió cuando los obreros movían los puntales que sujetaban la placa de hormigón. Otros trabajadores de la misma obra explicaron que las víctimas estaban desencofrando, retirando momentáneamente las sujeciones para quitar los tablones de madera. Sin embargo, fuentes de los servicios de emergencias señalaron que estaban retirando los puntales definitivamente. Una de las hipótesis que manejan los investigadores de la Policía es que la estructura no estuviera preparada todavía para llevar a cabo estas operaciones o que el número de puntales fuera insuficiente.

Tanto el jefe de los Bombers de Palma, Manuel Ángel Nieto, como el alcalde, José Hila, señalaron en el lugar del siniestro que la zona fue forjada el jueves y consideraron que se trata de un accidente "raro". "No había razones para que cayera", aseguraron. También el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, la directora general de Salut Laboral, Isabel Castro, i el director general de Emergencias, Pere Perelló, acudieron al lugar para interesarse por los ocurrido, al igual que representantes de los sindicatos CCOO y UGT.

Además de la investigación policial, el departamento de urbanismo del Ayuntamiento de Palma está estudiando el expediente de la obra y analizando si contaba con todos los permisos necesarios. Fuentes municipales apuntaron que ayer mismo se comprobó que disponía del plan de emergencia adecuado, aunque se detectaron algunas deficiencias administrativas. Los promotores obtuvieron la licencia el pasado mes de febrero con un plazo de ejecución de dos años.