José O.S., ´El Farru´, y su hermano Manuel fueron juzgados ayer junto a otras tres personas por introducir drogas en la cárcel. Ambos negaron haber amenazado a otro recluso para conseguir que su hermana les llevara ansiolíticos y heroína a prisión para traficar, como sostiene la fiscalía, que reclama para ellos sendas penas de siete años de cárcel. El interno al que supuestamente intimidaron explicó que accedió a recibir la droga en un vis a vis por miedo al ´Farru´, ya que sabía que estaba recluido por matar a tiros a una sobrina de ´La Paca´ en el poblado de Son Banya.

Los hechos ocurrieron el 2 de noviembre de 2010, cuando ´El Farru´ y su hermano estaban en prisión preventiva junto a otros miembros de su clan por la muerte de ´La Parrala´, a la que dispararon por una deuda vinculada al narcotráfico en septiembre de 2009. Aquel día, los funcionarios de la cárcel interceptaron a una mujer cuando acudía al centro penitenciario a visitar a su hermano. Llevaba encima 182 pastillas de ansiolíticos y 47 gramos de heroína.

Estos dos sospechosos explicaron ayer que los estupefacientes iban destinados a ´El Farru´. "Mi hermano me insistió para que le llevara droga. Le dije varias veces que no, pero me dijo que estaba amenazado, que podían hacerle algo a él, a mí o a mi familia y lo hice. Me decía que era para ´El Farru´", relató la mujer ante el tribunal. Según su versión, recibió una llamada de una persona con la que se citó para recibir dos paquetes y los llevó al centro penitenciario. Su hermano contó que ´El Farru´ le ofreció hacer un pase de droga y ante sus reticencias fue amenazado. "Me dijo que si no entraba la droga, acabaría mal. Me lo tomé bastante en serio, porque conozco al ´Farru´ desde que íbamos al colegio", explicó. Este joven aseguró que se quedó "sorprendido" al saber que uno de los paquetes contenía heroína. "Yo pensé que sería hachís", contó. El ministerio público solicita para estos dos acusados sendas condenas de tres años de prisión por un delito contra la salud pública.

En la vista declaró también un amigo de ´El Farru´, acusado de haber facilitado la droga interceptada en prisión a instancias de este. El hombre, que se enfrenta a cinco años de cárcel, negó haber realizado la entrega de los estupefacientes y haber actuado por encargo de ´El Farru´. Sí admitió que entregó un paquete, pensando que era dinero por la venta de un coche. "Jamás habría hecho eso", sentenció refiriéndose al tráfico de drogas.

Los dos acusados principales se desvincularon completamente de los ansiolíticos y la heroína incautadas. ´El Farru´ negó haber planificado la introducción de las drogas para traficar con ellas y las amenazas al otro recluso. El acusado aprovechó el juicio para denunciar el trato recibido por el director del centro penitenciario en aquella época, Manuel Avilés. "He estado aislado sin motivo. Me puse en huelga de hambre porque cada vez que entraba un gitano de Son Banya me metían en aislamiento", afirmó el hombre. Estas medidas se habrían tomado para protegerle de posible represalias debido a su implicación en la muerte de la sobrina de ´La Paca´, por la que acabó siendo condenado a siete años y medio de cárcel. "Estaba amenazada y el perjudicado cuando entraba uno del otro clan siempre era yo", señaló ´El Farru´, que llegó a pedir el traslado a otro centro penitenciario porque el director le "hacía la vida imposible".

Durante la declaración de Avilés como testigo, en la que explicó que ´El Farru´ le había reconocido que estaba detrás del alijo incautado, el acusado interrumpió su relato a gritos acusándole de "mentir", por lo que el presidente del tribunal le llamó la atención. Avilés afirmó además que tras la incautación de las drogas envió un informe a la Policía ante el temor de que hubiera "una red de tráfico de drogas" en el centro penitenciario. El exdirector de la cárcel aseguró también que ´El Farru´ nunca le expresó tener miedo ni sentirse amenazado.