Una alusión del sospechoso a los tablones que cubrían el cadáver de Karina Rosales fue muy reveladora. El cuerpo de la maquilladora fue encontrado en un paraje apartado de Eivissa y este dato no se había hecho público. La Guardia Civil concluyó que esta información solo la podía conocer el autor del crimen.

El jefe de la investigación, el comandante Bartolomé del Amor, explicó ante el tribunal del jurado que los tablones que cubrían el cuerpo de la víctima no habían aparecido en los periódicos. De hecho, la prensa hacía alusión a troncos o cartones, pero no estos elementos. "Nadie podía saberlo en absoluto, salvo el autor del crimen", precisó.

A lo largo de la jornada de ayer, investigadores de la Policía Judicial y del Laboratorio Criminalístico de la Guardia Civil prestaron declaración en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Palma contra el expolicía local de Sant Josep Francesc R.

Los expertos coincidieron en señalar que la víctima presentaba señales de haber opuesto resistencia al asesino. Asimismo, los investigadores explicaron que la muerte de la víctima no fue rápida, sino que le sobrevino después de ser golpeada repetidamente.

Los investigadores sustentaron esta apreciación en que Karina Rosales presentaba heridas en los dedos y en un antebrazo. Un reguero de sangre conducía hacia el lugar donde apareció el cadáver. El juicio proseguirá hoy con la práctica de la prueba pericial de los médicos forenses.