Dos turistas británicos fueron ayer condenados por un delito de abandono de menor tras dejar a su hijo discapacitado de 17 años en un hotel del Port d´Alcúdia en el que habían pasado sus vacaciones. Los padres fueron detenidos por la Guardia Civil en el aeropuerto de Palma cuando se disponían a regresar a su país.

Los hechos ocurrieron sobre las nueve de la mañana del miércoles. Los padres y sus cuatro hijos se disponían a tomar un autobús desde el complejo hotelero situado en la calle Pere Mas i Reus del Port d´Alcúdia, donde habían pasado unos días de vacaciones. Desde allí pretendían trasladarse hasta el Aeropuerto de Son Sant Joan.

De repente, el mayor de sus hijos, de 17 años y que sufría una discapacidad mental, se negó a subirse al autobús y regresar a casa. Los padres decidieron continuar el viaje de vuelta al Reino Unido con sus otros tres vástagos.

Así, los progenitores dejaron al menor de 17 años en el hotel, pese a que ya no disponía de ninguna habitación donde alojarse. Tampoco encargaron a ninguna persona que cuidara de él ni le proporcionaron ningún medio económico para que pudiera subsistir en su ausencia.

Cuando el menor de 17 años se quedó solo en el establecimiento del Port d´Alcúdia, varias personas se percataron de que sus padres se habían marchado del hotel y que pretendían tomar un avión para regresar a su país.

Tras denunciar estos hechos, un dispositivo especial se activó para interceptar a los progenitores antes de que cogieran dicho avión. Su nombre fue comunicado a la Guardia Civil e impidieron que lograran embarcar.

Los padres del menor fueron detenidos y conducidos al calabozo. Sus cuatro hijos, incluido el menor de 17 años que acababan de abandonar en el hotel, fueron conducidos al centro de acogida Can Sales de Alaró.

En la mañana de ayer, los progenitores fueron puestos a disposición judicial en Inca, donde se les celebró un juicio rápido. Al ser conducidos a la sala, la pareja admitió su culpabilidad en los hechos y consiguieron que el fiscal rebajara su petición de condena seis meses, respecto a la que solicitaba inicialmente.

Pena en suspenso

A continuación, la titular del juzgado de instrucción número dos de la capital de es Raiguer condenó a cada uno de ellos a un año de prisión. No obstante, la juez les permitió regresar a su país y dejó la pena en suspenso durante dos años, condicionada a que no cometieran ningún otro delito durante este tiempo.

La juez Catalina Mulet sustentó esta decisión de dejar en suspenso la pena a los dos detenidos en "la escasa peligrosidad de los delincuentes". Así, la magistrada les autorizó a regresar Reino Unido junto con su hijo adolescente discapacitado al que habían abandonado y sus otros tres vástagos.