La banda de butroneros detenida esta semana por cometer 29 robos en Mallorca y Eivissa está contratada por el Govern. Tres de los ocho acusados son los dueños de una empresa dedicada a la instalación de alarmas y medidas contra incendios. Según la investigación, aprovechaban las revisiones que llevaban a cabo a sus clientes para planificar los golpes. La compañía se adjudicó en enero de 2014 un contrato público para el mantenimiento y gestión de los extintores de todas las dependencias del Institut Balear de la Natura (Ibanat) hasta 2017 a razón de 6.299,85 euros anuales. El entonces conseller de Medio Ambiente, Gabriel Company, firmó la resolución.
Pésimo trato
Los padres de un niño británico que padece una grave enfermedad cardiaca han denunciado el pésimo trato recibido durante sus vacaciones en Mallorca. Cuentan que debido a un retraso de 27 horas en el vuelo que debía llevarlos de vuelta a su país, el touroperador los llevó a un hotel de Alcúdia para que esperasen allí. Los afectados explican que fueron acomodados en una habitación "asquerosa", en la que encontraron un pájaro muerto, sin aire acondicionado y con camas insuficientes para todos, por lo que decidieron dormir en la recepción, con el pequeño conectado a una botella de oxígeno.
Un bloqueo agresivo
El bloqueo a las detenciones de vendedores ambulantes de la Playa de Palma por atentado a un agente de la Policía Local se ha convertido en una peligrosa moda. El pasado sábado 22 de agosto se sucedieron dos casos similares en poco tiempo. Un policía interceptó en la calle del Jamón a un joven senegalés por ejercer la venta ambulante de manera irregular y este se comportó de manera violenta. Golpeó al agente y trató de huir con la mercancía. Una treintena de subsaharianos se interpuso, arrojaron botellas y objetos a los policías y trataron de evitar la detención. Los funcionarios tuvieron que pedir refuerzos para materializar el arresto. Horas más tarde, ocurrieron hechos similares en la calle Canyes con idéntico resultado.
Una visita incómoda
El pasado miércoles, a las ocho de la mañana, un vigilante de seguridad de los juzgados de Vía Alemania abrió la puerta principal del edificio. En agosto la afluencia de usuarios es mínima y no había nadie esperando para entrar. Pero de pronto el trabajador descubrió que algo se colaba en el inmueble. Era una gigantesca rata que se paseó por el vestíbulo y llegó a saltar a los bancos antes de regresar a la calle segundos después.
Combate nulo
El viernes de la semana pasada, la Policía Local de Palma recibió una llamada que alertaba de un combate clandestino de boxeo. Según el aviso, se había organizado una pelea en la calle Cala Falcó y varios menores de edad estaban presenciado el espectáculo. La patrulla que acudió al lugar descubrió que no era para tanto. Eran un grupo de niños a los que habían regalado unos guantes de boxeo y estaban jugando.
Tiros legales
El jueves, un vecino de la barriada palmesana de Son Rapinya contactó con la Policía Local de Palma. "Hay diez personas pegando tiros con escopetas cerca del colegio Madre Alberta", explicó. Cundió la alarma y una patrulla se desplazó de inmediato al lugar. Los agentes comprobaron que se trataba de unas prácticas de caza, ya que la zona está declarada todos los jueves por la tarde vedado libre.
Rumanos españolistas
"¡Yo soy de España. Este es mi país!". Con esta declaración, se presentaron dos menores rumanos, de 14 y 16 años, en un locutorio de Palma, haciéndose pasar por policías, y exigieron la recaudación al dueño. Después de esta atolondrada tentativa de atraco, huyeron, pero se dejaron las gafas de sol. Se sentaron en la plaza Alexander Fleming, donde fueron detenidos.
