La cuidadora de una anciana se vistió con el equipo del perfecto ladrón para tratar de desvalijar la vivienda de una anciana de Palma a la que cuidaba. Sin embargo, el sobrino de la víctima se topó frente a frente con la ladrona y se percató de que pretendía abrir la puerta con una copia de las llaves que ellos no le habían hecho. Agentes de la Policía Local detuvieron a la mujer por un presunto delito de tentativa de robo con fuerza en domicilio.

Los hechos ocurrieron sobre las 6.20 horas de la mañana en un domicilio de la calle Ramón y Cajal de Palma. La mujer de 58 años se puso en la cabeza un gorro de lana para no ser reconocida, patucos de plástico en los zapatos y guantes de látex con la pretensión de no dejar huellas. En cambio, cometió un error de principiante. No calculó la hora a la que el sobrino de la anciana a la que cuidaba acudía habitualmente a trabajar.

Cuando el hombre abrió la puerta para ir a su puesto de trabajo, se dio de bruces con la asistente de su tía cuando intentaba meter las llaves en la cerradura. En un principio, al sobrino le costó reconocer de quién se trataba. Al retirarle el gorro de lana, ató cabos. El residente se percató de que ellos no le habían hecho ninguna copia ni le habían autorizado a abrir la cerradura.

Al verse sorprendida, la cuidadora de la anciana, que había sido contratada hace un año para asistirla, echó a correr. Los patucos que se había colocado en los zapatos para evitar dejar huella no le permitieron ir muy lejos. El sobrino de la mujer le dio alcance a los pocos metros.

El hombre denunció los hechos y una patrulla de la Policía Local de Palma se personó poco tiempo después en el domicilio de la calle Ramón y Cajal. El sobrino de la víctima explicó a los agentes lo que había ocurrido y los policías detuvieron a la cuidadora por un presunto delito de robo con fuerza en grado de tentativa.