Hoy miércoles, 26 de agosto, se cumplen 25 años de aquella noche de verano de 1990 en la que la historia del pequeño municipio pacense de Puerto Hurraco cambió para siempre: la muerte de nueve de sus vecinos a manos de los hermanos Antonio y Emilio Izquierdo, un capítulo que un cuarto de siglo después sus habitantes quieren dar por cerrado y olvidar.

Así lo asegura, en declaraciones a Efe, Eduardo Tena, alcalde de Benquerencia de la Serena, población de apenas 400 habitantes y a la que pertenece Puerto Hurraco como pedanía -110 vecinos censados-, que desconfía, no obstante, de las intenciones de los periodistas que se acercan a este municipio.

"Siempre decís que queréis hacer un reportaje positivo y huyendo de tópicos, pero luego publicáis lo que publicáis y el pueblo no quiere recordar, quiere olvidar", se lamenta este edil socialista que acaba de ser reelegido y que comparte corporación con otros tres ediles del PSOE, tres del PP y uno de IU, que rigen los destinos también de La Nava, Helechal y Puerto Mejoral (que no suman ni mil habitantes).

El primer edil recuerda que solo tenía 11 años cuando ocurrió la masacre y como tantos niños en verano estaba jugando en la calle cuando empezaron a llegar las malas noticias de la pedanía, que dista diez kilómetros de su casa.

"Recuerdo que mi madre me ordenó entrar en casa y cerró la puerta", relata el alcalde, que insiste en marcar distancias.

Tantas son las ganas de cerrar definitivamente este trágico episodio en el pueblo que el ayuntamiento tiene abierto un expediente de declaración de ruina a la casa de la familia Izquierdo, el inmueble en el que pereció la madre de los homicidas en un incendio y que fue el detonante de la tragedia.

Los hermanos Izquierdo culparon a la familia Cabanillas, a la que pertenecían la mayoría de los fallecidos, y el enfrentamiento llevó a la venganza de aquel agosto de 1990.

La casa permanece prácticamente igual desde hace décadas, abandonada y a mitad de la tristemente famosa calle Carrera (la principal de Puerto Hurraco y recorrido de los asesinos aquel 26 de agosto).

En su fachada principal, las antaño pintadas de "asesinos" han sido sustituidas ahora por otras inocentes de adolescentes, mientras que sus ventanas sirven de improvisados paneles en los que se pegan carteles de todo tipo, los últimos los de las fiestas celebradas del 12 al 16 de agosto.

Nadie quiere esta casa, por lo que el ayuntamiento va a declararla en ruina para su posterior demolición y espera que antes de final de este año culmine todo el proceso administrativo "y ahí digamos adiós a otro recuerdo más, el último ansío".

Ninguno de los responsables sigue vivo

Otro elemento para considerar cerrado este capítulo de la historia negra española es que ninguno de sus tristes protagonistas está ya vivo, ni los autores de la masacre, Emilio y Antonio, ni sus hermanas Luciana y Angela, a las que se consideró instigadoras.

Puerto Hurraco es hoy día un municipio "normal" de Extremadura, se empeña en recalcar el alcalde, con los mismos problemas de paro que tiene la región, aunque goza su mayoría de vecinos de buena posición por sus ingresos gracias al olivar, verdadero y principal sustento de la población.

Prueba de ello es que la citada calle Carrera presume de varias casas de moderna edificación y que lejos de sufrir una sangría demográfica, el número de habitantes de Puerto Hurraco se mantiene en torno al centenar, aunque haya jóvenes que se han marchado "pero como en otros pueblos".

No obstante, la salida de jóvenes ha sido equilibrada con emigrantes que han regresado a su pueblo al jubilarse, como Carmen Izquierdo, alcaldesa pedánea de Puerto Hurraco, y sobre la que enseguida Eduardo Tena aclara: "no tiene nada que ver con quien estás pensando".

Puerto Hurraco sigue conservando su pequeño bar al final de la calle Carrera, donde también hay una tienda de alimentación regentada por una joven de 24 años, que se considera "una valiente", pero no por tener su negocio en un pueblo con esta historia, sino "por querer ganarme la vida en un pueblo de 110 vecinos, como cualquier otro pueblo pequeño de Extremadura".

El Puerto Hurraco actual también presume de tener su propia página web, de la que se encarga Manuel Tena, como el conocido cantante y que es hijo ilustre de Benquerencia, y un perfil en Facebook por parte de la universidad Popular.