El presidente del aeródromo de Binissalem, Biel Gomila, se encontraba notoriamente consternado tras el trágico fallecimiento de José Miguel Estela Massot y José Luis Salvador López, tras estrellarse su ultraligero poco después de despegar del aeródromo de Viladamat, en Girona. Las dos victimas habían partido de este campo de vuelo de la localidad antes de iniciar la Vuelta Ibérica. Gomila ensalzó tanto las cualidades de los pilotos como de la aeronave que tripulaban. "Era un ultraligero muy bien diseñado. Es mucho más seguro que una avioneta", subrayó. "La única diferencia entre uno y otro aparato es que el ultraligero pesa menos. Es biplaza, mientras que la avioneta puede ser de hasta seis plazas", explicó.

Este veterano instructor de vuelo aseguró que conocía a los dos pilotos mallorquines fallecidos de otros campos. "Ya sabían volar sobradamente y no les tuve que dar clases. Habían estado en otros clubes antes de decidirse a venir a Binissalem", abundó.

La autopsia de los dos cadáveres estaba prevista que se realizara ayer en Girona. No obstante, el estado en el que fueron hallados los cuerpos tras el violento impacto del ultraligero apuntaba que el informe forense se podría demorar más de lo habitual.