Dos experimentados pilotos mallorquines, de 63 y 51 años, fallecieron ayer al estrellarse su ultraligero contra una caseta situada en las proximidades del aeródromo de Viladamat, en Girona. La aeronave colisionó con violencia contra la construcción de un huerto nada más despegar y se incendió poco después. Los dos ocupantes murieron en el acto.

El trágico accidente aéreo ocurrió poco después de las nueve de la mañana en el aeródromo de Viladamat. José Miguel Estela Massot, de 63 años y residente en Palma, y José Luis Salvador López, de 51 años y afincado en Santa Maria, se habían desplazado el sábado desde Mallorca para tomar parte en la Vuelta Ibérica 2015. Una prueba en la que ambos ya habían participado con anterioridad.

El ultraligero iba muy cargado de combustible, debido a que se dirigía hacia Castellón. Las primeras hipótesis apuntan a que el piloto podría haber iniciado prematuramente la maniobra de despegue y la aeronave se habría desviado hacia la derecha por el exceso de peso. A continuación, colisionó contra la única caseta que se encontraba en las inmediaciones.

El fuerte impacto causó un gran agujero en la caseta. La aeronave se incendió de inmediato debido a que su depósito estaba repleto de combustible. Numerosas dotaciones de bomberos se movilizaron rápidamente hasta el lugar del siniestro. El ultraligero quedó destrozado y envuelto en llamas. Ya no se podía hacer nada por la vida de los dos tripulantes mallorquines de la aeronave.

"Estos accidentes no responden a una sola causa. En muchos casos un cúmulo de pequeños errores puede ser la causa", apuntó ayer Antonio Pinedo, secretario de organización de la Vuelta Ibérica. Pinedo definió a los dos tripulantes mallorquines como "pilotos experimentados". No obstante, los primeros indicios apuntaban a un posible fallo humano. "El ultraligero era nuevo. La causa mecánica no parece factible", indicó.

Investigación

Según los testigos, el violento impacto contra la caseta situada en un huerto pudo causarles la muerte. No obstante, los cadáveres fueron trasladados hasta el Instituto Anatómico Forense para realizarles la autopsia y esclarecer la causa del óbito. La Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil se encarga de reconstruir el siniestro y recopiló las imágenes captadas en el aeródromo.

Efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil acudieron ayer los domicilios de las víctimas, en Palma y Santa Maria, para comunicar a los familiares la trágica noticia del fallecimiento. Los agentes acudieron acompañados por psicólogos para prestar apoyo a sus allegados.