Los fiscales antidroga de Balears Adrián Salazar y Julio Cano insistieron ayer durante una vista celebrada en la Audiencia de Palma en que todas las intervenciones telefónicas del macrocaso Kabul son válidas. El ministerio público recalcó que los pinchazos son lícitos, tal como estipuló el Tribunal Supremo en su sentencia de finales de abril en la que ordenaba a la Audiencia de Palma rehacer el fallo, que había absuelto a 40 acusados de tráfico de drogas, entre ellos, La Paca, la conocida matriarca de Son Banya, al haber declarado nulas las escuchas. El caso Kabul es el mayor proceso contra el narcotráfico de la historia de Balears, que permitió descabezar el poderoso clan de La Paca, que llevaba más de diez años funcionando en el poblado a las afueras de la ciudad, además de desarticular otras cinco organizaciones de narcos, los presuntos proveedores de Barcelona e intermediarios que supuestamente recibían grandes partidas de cocaína y heroína, que luego distribuían al clan familiar de Son Banya.

El tribunal de la sección segunda explicó ayer que no iba a cuestionar la decisión del Supremo, si bien apuntó que el Alto Tribunal podría haber aprovechado para entrar en cuestiones procesales, pero que no lo hizo. La sala detalló que la vista celebrada ayer se trataba de una situación excepcional, la primera que tiene lugar, tras atender a una petición previa de un abogado defensor.

Los letrados defensores se quejaron de que la sentencia del Supremo es muy deficiente, ya que solo resuelve los pinchazos telefónicos y no entra a valorar otros motivos alegados en los recursos. Según su versión, existen otros autos judiciales en la causa que podrían ser nulos, independientemente de los dos iniciales que el Alto Tribunal consideró válidos. Así, las defensas mantienen que estas resoluciones carecen de motivación e insisten en que las escuchas no fueron controladas por el juez instructor.

Otro letrado planteó que se había producido una vulneración del derecho de defensa porque la fiscalía modificó su relato de hechos y los delitos de forma sustancial en su escrito de acusación final. Y este motivo no había sido resuelto por el Supremo.

Conversaciones originales

Las defensas también lamentaron no haber podido disponer de las escuchas originales, sino de una copia con una selección de los pinchazos. Por último, pidieron a la sala que aprecie la circunstancia atenuante como muy cualificada de dilaciones indebidas por el retraso en el procedimiento y que aún no dicte sentencia, a la espera de que el Tribunal Constitucional resuelva los recursos de amparo interpuestos. Otro abogado pidió la nulidad de los registros del Farru, La Paca y la Guapi.

Uno de los letrados criticó que el Supremo no haya valorado todos los autos judiciales de forma independiente y que tampoco haya aclarado qué conversaciones debe tener en cuenta ahora la sección segunda. Pidió a la Audiencia que no haga una sentencia automática porque de aquí a un año "volveremos a estar en esta misma situación". Las defensas también lamentaron la tardanza del Supremo en dictar el fallo sin resolver la mayoría de sus recursos y solicitaron a la sala que en un mes tenga la sentencia.

Por su parte, los fiscales rebatieron estas cuestiones, rechazaron las dilaciones indebidas y destacaron que todos los autos, pinchazos y registros son válidos. Defendieron la licitud de todas las escuchas y recalcaron que no hubo alteración de los hechos en su escrito final de acusación. Además se opusieron a que haya que esperar a que resuelva el Constitucional y admitieron que hay acusados que seguirán absueltos.